Generalmente las mujeres son afectadas por tres tipos de infección vaginal; ellas son las infecciones por hongos, la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis. Las tres condiciones exhiben síntomas similares, particularmente flujo anormal, picazón, olor desagradable, sensación de ardor e incomodidad vaginal. Sin embargo, cada una de ellas suele darnos señales muy específicas que ayudan a diferenciarlas, incluso antes del diagnóstico médico.
En este artículo nos enfocaremos en diferenciar a la vaginosis bacteriana de la tricomoniasis, ya que suelen causar confusión frecuentemente.
Vaginosis bacteriana vs. Tricomoniasis
Para empezar, la vaginosis bacteriana solo afecta a las mujeres, sobre todo durante la edad fértil, mientras que la tricomoniasis puede afectar tanto a hombres como mujeres porque es una enfermedad de transmisión sexual. La vaginosis bacteriana se desarrolla por un desequilibrio en la población normal de bacterias vaginales, pero la tricomoniasis es causada por un parásito microscópico (Trichomonas vaginalis), que puede vivir y multiplicarse en el área genital. Los hombres no suelen experimentar síntomas, pero sí pueden trasmitir la enfermedad a la mujer durante el contacto sexual. Algunos hombres pueden presentar picazón y ardor.
Similar a la vaginosis bacteriana, la tricomoniasis se presenta con un flujo vaginal abundante y maloliente, pero es una secreción espumosa, cuyo color puede variar de amarillo a verde grisáceo. El flujo vaginal en la vaginosis bacteriana comúnmente tiene un color blanco turbio, con una consistencia acuosa o lechosa.
En cuanto a las posibles complicaciones de la vaginosis bacteriana y la tricomoniasis vemos que existen puntos en común. Si no se tratan a tiempo, ambas condiciones pueden tener efectos nocivos para la salud femenina. Pueden llevar a complicaciones graves, como la enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), complicaciones en el embarazo (parto prematuro, embarazo ectópico), problemas de fertilidad. Además, aumentan el riesgo de contagiarse con otras enfermedades de transmisión sexual, como la clamidia, la gonorrea y el VIH.
El tratamiento médico suele ser el mismo; tanto la vaginosis bacteriana como la tricomoniasis se tratan con antibióticos, por ejemplo el metronidazol, la clindamicina o el tinidazol. Sin embargo la vaginosis también puede erradicarse con tratamientos caseros efectivos, no siendo este el caso de la tricomoniasis.
Al no estar considerada como una ETS, la vaginosis bacteriana no requiere el tratamiento de una pareja masculina, la mujer es quien debe ser tratada. En caso de tricomoniasis, ambos integrantes de la pareja deben recibir y completar el tratamiento según las orientaciones de un médico para evitar una mayor propagación de la infección.
Una vez que se comiencen a notar posibles síntomas de una infección vaginal es importante buscar atención médica. Como hemos vimos, a veces los síntomas son muy similares, por tanto no podemos apresurarnos y asumir un diagnóstico por nuestra cuenta. En caso de tener vaginosis bacteriana o tricomoniasis no te angusties. Si se tratan de forma correcta y oportuna, se pueden controlar en poco tiempo sin consecuencias negativas para tu salud.