Muchas mujeres se quejan de tener un mal olor proveniente de la vagina, aun después de lavarse con frecuencia, lo cual puede ser muy angustiante sobre todo si es notado por alguien más.
¿Qué síntomas deben causar preocupación?
Un olor vaginal desagradable podría deberse a la presencia de alguna infección genital o enfermedad. Algunas señales claves que pueden aparecer son:
- flujo vaginal excesivo
- picazón (prurito vulvar)
- dolor y malestar
¿Qué condiciones causan el mal olor vaginal?
A veces el olor vaginal aparentemente malo en realidad es normal, ya que por ejemplo, las secreciones vaginales en las mujeres adultas suelen tener un olor más bien rancio. Además el olor vaginal puede variar a lo largo del ciclo menstrual. En general, existe una amplia variación en lo que se considera aceptable.
El mal olor a menudo se asocia con causas infecciosas, tales como:
-La vaginosis bacteriana, que es la causa más frecuente de mal olor o lo que se conoce como olor a pescado.
-La tricomoniasis, que causa mal olor en sólo aproximadamente un 20% de las mujeres infectadas.
-La ulceración vulvar de cualquier causa, sobre todo si se debe a donovanosis o cancroide.
-El flujo vaginal asociado con la enfermedad inflamatoria pélvica.
-Los cuerpos extraños olvidados como tampones, diafragmas o esponjas.
Aunque la vulvovaginitis por Cándida es muy común, causa un olor a levadura que no siempre es considerado particularmente desagradable por la mayoría de las mujeres.
Las causas no infecciosas del mal olor vaginal incluyen:
-La sudoración excesiva especialmente asociada con la obesidad
-La incontinencia urinaria
-La incontinencia fecal
-La falta de higiene, a menudo presente en las mujeres ancianas o enfermas mentales
-El cáncer de vulva, cuando existe necrosis (muerte del tejido)
-La presencia de descargas o necrosis por otros cánceres genitales
¿Qué pruebas se deben hacer?
Las mujeres que sufren de mal olor vaginal deben someterse a una evaluación de su historia clínica, así como a exámenes físicos donde se analice el ph y se tomen muestras vaginales para su estudio posterior en un laboratorio de microbiología. En ocasiones se necesita realizar una biopsia de piel.
Tratamiento
El tratamiento depende de la causa subyacente. En los casos en que se confirma una infección, se prescribe un tratamiento con antibióticos. Como medidas generales se debe tener en cuenta:
- Evitar el uso de ropa interior ajustada u oclusiva
- Cambiarse la ropa interior con frecuencia
- Bañarse cuidadosamente sin jabón una a dos veces al día
- Intentar bajar de peso, si es un rasgo relevante
- Si hay incontinencia de orina, usar compresas impregnadas con acetato de cobre para ayudar a reducir el olor.
El lavado excesivo, los antisépticos, los desodorantes y las duchas vaginales pueden irritar potencialmente la vagina y la vulva, resultando en un aumento de la irritación, la secreción vaginal y por tanto, del mal olor vaginal.