Tratamiento del cáncer endometrial

El cáncer de útero o cáncer endometrial afecta a miles de mujeres alrededor del mundo cada año. Por eso he querido hablar de este tema en el artículo de hoy, específicamente acerca de su tratamiento.

Tratamiento del cáncer endometrial según el estadio

El tratamiento del cáncer endometrial depende de la etapa en que se diagnostica la enfermedad. A continuación veremos cuáles son las etapas y qué tratamientos se aplican en cada caso.

Cáncer endometrial: etadio 1. En esta etapa sólo se ve afectado el útero y las opciones de tratamiento pueden incluir solo cirugía, cirugía + radioterapia/quimioterapia, terapia hormonal con fármacos orales/DIUs, o una combinación de cirugía + radioterapia + quimioterapia.

Cáncer endometrial: estadio 2. En esta fase ya se encuentran afectados el útero y el cuello uterino. El tratamiento de este cáncer endometrial puede incluir cirugía + radioterapia o quimioterapia, o la combinación de cirugía + radioterapia + quimioterapia.

Cáncer endometrial: estadio 3. El cáncer ya se ha diseminado hasta la pelvis y los ganglios linfáticos circundantes. Debido a su gravedad las opciones de tratamiento también son la cirugía + radioterapia/quimioterapia y la cirugía + radioterapia + quimioterapia.

Cáncer endometrial: estadio 4. Esta es la peor fase de la enfermedad pues el cáncer se ha extendido a los órganos abdominales, incluyendo el intestino, la vejiga u otros órganos. El tratamiento del cáncer endometrial diseminado se basa en un plan que incluye la cirugía, la terapia hormonal, la terapia de radiación y la quimioterapia.

Nota: El cáncer endometrial también se puede describir en grados de acuerdo a su capacidad de crecimiento y propagación, desde el Grado 1 (menos agresivo) hasta el Grado 3 (el más agresivo).

Opciones de tratamiento para el cáncer endometrial

Veamos una breve descripción de cada una de estas opciones de tratamiento mencionadas anteriormente.

Cirugía. La extirpación quirúrgica del útero (histerectomía) se recomienda para la mayoría de las pacientes con cáncer endometrial. Los ovarios y las trompas de Falopio también pueden ser extirpados (salpingo-ooforectomía). Los aspectos más importantes a tener en cuenta son que después de una histerectomía la mujer no puede concebir embarazos y que en caso de eliminarse también los ovarios, puede desarrollarse la menopausia prematura. (Ver: ¿Qué puedes esperar después de una histerectomía?)

Durante la cirugía se inspeccionan las áreas alrededor del útero para verificar si el cáncer endometrial se ha propagado. También se pueden examinar los ganglios linfáticos a través de una biopsia para determinar el estadio del cáncer.

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Radioterapia. La radioterapia utiliza rayos X de alta energía para destruir las células cancerosas y evitar que sigan creciendo. También puede utilizarse como terapia adyuvante para disminuir el riesgo de recurrencia. La radioterapia como tratamiento del cáncer endometrial se puede administrar de dos maneras: mediante braquiterapia vaginal o radiación externa.

La braquiterapia vaginal es un procedimiento intrahospitalario en el que se introduce un dispositivo dentro de la vagina para administrar altas dosis de radiación directamente en el útero. Este procedimiento ayuda a minimizar los efectos secundarios de la radiación en otros tejidos sanos. La radioterapia externa es un procedimiento ambulatorio que dirige radiación desde el exterior del cuerpo hacia el tumor, sin embargo el área a tratar se determina cuidadosamente para limitar la exposición del resto del cuerpo a la radiación. Este tratamiento para el cáncer endometrial requiere sólo unos segundos una vez al día, 5 días a la semana, durante 5-6 semanas.

Los efectos secundarios de la radioterapia incluyen efectos a corto plazo (cansancio, necesidad frecuente de orinar, molestias durante la micción, heces sueltas y evacuaciones intestinales frecuentes, pérdida temporal del cabello en el área púbica) y a largo plazo (fugas de orina, dolor, sangrado, estreñimiento, cicatrización vaginal).

Quimioterapia. La quimioterapia se basa en el empleo de fármacos para destruir y detener el crecimiento de las células cancerosas. Generalmente se administra como tratamiento adyuvante después de la cirugía. A las pacientes con cáncer endometrial de alto riesgo se les administra una combinación de agentes quimioterapéuticos que generalmente incluye paclitaxel y carboplatino. Algunos médicos pueden recetar la combinación de tres fármacos: doxorrubicina, cisplatino y paclitaxel. El tratamiento generalmente comienza a las 4-6 semanas después de la cirugía, antes de la radioterapia. Los efectos secundarios de la quimioterapia incluyen sensación de cansancio, náuseas/vómitos, pérdida temporal de cabello, diarrea, disminución de los recuentos sanguíneos, entumecimiento, hormigueo en los dedos de las manos y los pies (neuropatía) y síntomas menopáusicos (sofocos, sudores nocturnos, sequedad vaginal).

Terapia hormonal. La terapia hormonal se utiliza a menudo para el tratamiento avanzado del cáncer endometrial. Esto implica el uso de medicamentos que afectan los niveles hormonales para inhibir el crecimiento de las células cancerosas. Hay dos opciones: el uso de medicamentos (progestina sintética) para aumentar los niveles de progesterona en el cuerpo y el uso de medicamentos para disminuir los niveles de estrógeno en el cuerpo.

Pronóstico después del tratamiento del cáncer endometrial

El resultado probable o pronóstico del cáncer de endometrio es bueno si se diagnostica y se trata a tiempo, y si el cáncer se limita al útero porque no se ha diseminado a ninguna otra parte del cuerpo. Generalmente el cáncer endometrial se puede diagnosticar en sus primeras fases debido a la presencia de sangrado anormal entre períodos. Esto hace que las mujeres se preocupen y acudan al ginecólogo para recibir un examen. (Ver: ¿Por qué es necesario ver a un ginecólogo?;  “Tengo miedo, no quiero ir al ginecólogo”)

El tratamiento del cáncer endometrial es menos probable, pero posible, si la enfermedad es detectada y tratada en una etapa tardía. En esos casos el tratamiento suele tener como objetivo retrasar la progresión del cáncer.

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