La vaginosis bacteriana es una de las infecciones vaginales más comunes. Si has sido diagnosticada recientemente, o sospechas de su presencia, te invito a consultar nuestro artículo para que puedas aclarar todas tus dudas. No basta con reconocer los síntomas de la vaginosis bacteriana, también es importante entender su origen, conocer los factores de riesgo, las posibles complicaciones, así como saber cuáles son los mejores remedios caseros para curarla.
Índice del artículo
¿Qué es la vaginosis bacteriana (VB)?
La vaginosis bacteriana (VB) es una condición anormal de la vagina que se caracteriza por la presencia de flujo abundante, de color blanquecino o turbio, y olor vaginal desagradable muy similar al pescado descompuesto. Esta infección es causada por un aumento en la concentración de las bacterias anaerobias (bacterias que crecen en ausencia de oxígeno) que normalmente viven en la vagina.
Anteriormente esta condición era conocida como vaginitis por Gardnerella, pues se pensaba que solo era causada por el sobre-crecimiento de la bacteria Gardnerella vaginalis, sin embargo en la actualidad se sabe que también puede involucrar a otras bacterias.
La VB no es una condición peligrosa, pero la mayoría de las mujeres que la experimentan se sienten muy angustiadas por la intensidad de sus síntomas. El flujo anormal, el mal olor y el ardor son las molestias predominantes.
Entre los principales factores de riesgo para desarrollar vaginosis bacteriana se incluyen tener múltiples o nuevas parejas sexuales, el uso de dispositivos intrauterinos, el uso prolongado o frecuente de antibióticos, los lavados vaginales regulares y el hábito de fumar. En general, estos factores alteran el nivel de pH vaginal saludable y disminuyen el número de bacterias beneficiosas que se encargan de proteger el entorno.
En el diagnóstico de la vaginosis bacteriana siempre es importante excluir otras infecciones, como la candidiasis vaginal, la gonorrea y la clamidia, ya que pueden mostrar síntomas muy similares.
Las opciones de tratamiento médico para la vaginosis bacteriana se basan en el uso de antibióticos orales, geles/cremas y óvulos vaginales. Sin embargo, también existen remedios caseros que sirven como tratamiento natural y seguro.
Cuando no recibe el tratamiento adecuado o simplemente no se trata, la vaginosis bacteriana se puede tornar recurrente y conducir a ciertas complicaciones ginecológicas, especialmente en el embarazo.
¿Cuáles son sus causas?
La flora vaginal incluye diferentes tipos de bacterias. Las más abundantes corresponden al grupo de bacterias beneficiosas, generalmente bacterias lactobacilos, pero también incluye algunas cepas de bacterias anaeróbicas que resultan perjudiciales si su población aumenta. En condiciones normales, las bacterias buenas mantienen la población de bacterias malas bajo control. Sin embargo, este equilibrio puede verse interrumpido en presencia de ciertos factores, conduciendo a la proliferación de los microorganismos patógenos, es decir, a la vaginosis bacteriana. Las causas más frecuentes incluyen:
- Higiene inadecuada, especialmente después de una evacuación intestinal. La forma correcta de lavar o limpiar la zona vaginal / genital va de alante hacia atrás para evitar que las bacterias de la región anal pasen a la abertura vaginaly aumente el número de bacterias malas. (Ver: La higiene como una vía de prevención)
- Uso excesivo de productosde higiene muy perfumados, los baños de burbujas y las duchas vaginales frecuentes pueden perturbar el equilibrio bacteriano normal y causar infecciones vaginales, no solo la vaginosis bacteriana, sino también las infecciones por hongos.
- Uso continuo de antibióticos; Los antibióticos funcionan al eliminar los gérmenes infecciosos, pero no pueden distinguir entre bacterias buenas y malas, por tanto terminan perjudicando el número de bacterias beneficiosas que se necesitan para mantener la vagina sana. (Lectura recomendada: Los antibióticos y la vaginosis bacteriana: ¿cuál es la conexión?)
- Cambio frecuente de pareja sexual. La vaginosis bacteriana no es una ETS, una mujer que nunca haya tenido relaciones sexuales también puede desarrollarla. Sin embargo, esta infección es más común en mujeres sexualmente activas, sobre todo cuando se mantienen relaciones íntimas con diferentes parejas, en poco tiempo.
- Los cambios hormonales son otra de las causas comunes, especialmente durante la pubertad, el embarazo y la menopausia. Estas condiciones afectan la acidez de la vagina y por tanto, alteran el equilibrio entre bacterias buenas y malas.
Otros factores que aumentan el riesgo de tener vaginosis bacteriana son:
- El hábito de fumar
- El uso de anticonceptivos como DIUs y píldoras hormonales.
- El uso de juguetes sexuales y lubricantes perfumados durante el coito.
- Usar ropa interior de materiales sintéticos y prendas demasiado ajustadas.
- Tener una menstruación muy abundante o prolongada.
Síntomas de la vaginosis bacteriana
El síntoma más común en caso de vaginosis bacteriana es el flujo vaginal abundante acompañado de un olor desagradable, similar al pescado descompuesto. Ambos signos son más notables después del contacto sexual. La descarga es de color grisáceo o turbio, y puede tener una textura acuosa, ligeramente cremosa. También es posible experimentear irritación con comezón, de ahí que muchas mujeres asuman que se trata de una infección por levaduras, cuando en realidad tienen la vaginosis bacteriana. (Más en: Síntomas de la Vaginosis Bacteriana)
En resumen, los síntomas comunes de la vaginosis bacteriana son:
- Flujo vaginal abundante, de textura lechosa / acuosa y color gris o turbio.
- Olor vaginal similar al pescado, que se torna más fuerte después de tener relaciones sexuales desprotegidas.
- Sensación de ardor, picor, irritación genital.
¿Cómo se diagnostica?
El diagnóstico definitivo de la vaginosis bacteriana se logra mediante pruebas muy sencillas. Una vez que la paciente acude al médico y explica sus síntomas, el médico puede sospechar de la vaginosis bacteriana, pero se requieren algunas pruebas para confirmarlo.
Se suele indicar la recolección de una muestra de flujo vaginal para analizarla bajo microscopio y observar qué tipo de microorganismos están presentes. Además se realiza la prueba de olor, que consiste en aplicar hidróxido de potasio sobre una muestra de fluido vaginal para comprobar si esta desprende el olor característico de la condición. Si se produce olor a pescado, entonces hay una gran posibilidad de que la mujer tenga VB.
También pueden llevarse a cabo las pruebas de acidez; si el valor de pH resultante es mayor de 4.5, es probable que la VB esté presente. (Más en: ¿Cómo se diagnostica la vaginosis bacteriana?)
Tratamiento médico
Al ser una infección de origen bacteriano, la vaginosis bacteriana se trata con antibióticos, generalmente con los medicamentos clindamicina y el metronidazol, ya sea de forma oral o intra-vaginal. Los expertos de Mayo Clinic opinan que no se requiere tratamiento para la pareja sexual masculina de una paciente con vaginosis bacteriana, pero en el caso de una pareja sexual femenina esto sí es necesario.
Lamentablemente, gran parte de la población femenina que sigue este tipo de tratamiento no queda satisfecha. Incluso algunas mujeres afirman que el tratamiento no es efectivo y que continúan experimentando los síntomas después de un tiempo. Esa es la principal desventaja de los antibióticos como tratamiento convencional, ya que crean un efecto recurrente de la condición. (Más en: Medicamentos más eficaces en el tratamiento de la vaginosis bacteriana)
Tratamiento natural (Remedios caseros)
Debido a la intensidad de algunos efectos secundarios y la alta probabilidad de recurrencias asociada al uso de los antibióticos, se han popularizado los remedios caseros para curar la vaginosis bacteriana. En general se suelen usar ingredientes y combinaciones capaces de controlar la proliferación bacteriana, equilibrar el pH vaginal y repoblar las bacterias beneficiosas. Entre los remedios más efectivos se incluyen:
- el yogurt
- el ajo
- el vinagre de manzana
- el aceite de árbol de té
Para conocer sus propiedades y formas de empleo consulta: 7 Remedios caseros para la vaginosis bacteriana ».
La aplicación diaria de estos remedios puede ayudar a calmar los síntomas más molestos en poco tiempo, así como erradicar las causas que provocaron el problema en primer lugar.
Complicaciones de la vaginosis bacteriana
Si una mujer padece la VB durante mucho tiempo, sin recibir tratamiento o lograr una cura definitiva, podría estar en riesgo de desarrollar algunas complicaciones. La vaginosis bacteriana crónica puede facilitar el ascenso de las bacterias hacia el sistema reproductivo superior y desencadenar problemas como la enfermedad inflamatoria pélvica, el embarazo ectópico y los problemas de fertilidad.
Los peligros pueden ser especialmente graves si la mujer está embarazada debido al riesgo de parto prematuro. Sigue leyendo sobre el tema en: ¿Cuáles son las complicaciones de la vaginosis bacteriana?
En resumen:
- La vaginosis bacteriana es una infección vaginal que se caracteriza por la presencia de flujo abundante y olor desagradable como a pescado, causado por un aumento en la concentración de ciertas bacterias anaerobias (crecen en ausencia de oxígeno) que normalmente se encuentran en la vagina. Junto a las infecciones por hongos, la vaginosis bacteriana es una de las condiciones vaginales más comunes en las mujeres con edad reproductiva y durante el embarazo.
- En principio la VB no es una infección peligrosa, pero si la mujer no recibe tratamiento oportuno, puede derivar en otras complicaciones ginecológicas. Las complicaciones pueden ser aún más graves durante el embarazo.
- Entre los principales factores de riesgode esta infección vaginal se incluyen: tener múltiples o nuevas parejas sexuales, el uso frecuente de antibióticos, los lavados vaginales regulares, el uso de dispositivos intrauterinos y píldoras hormonales, entre otros. La vaginosis bacteriana no está considerada como una enfermedad de transmisión sexual (ETS), pero es más frecuente en las mujeres sexualmente activas.
- El diagnósticode la vaginosis bacteriana se logra mediante el análisis de una muestra de las secreciones vaginales. En estos casos siempre es importante excluir otras infecciones más serias, como la gonorrea y la clamidia, las cuales sí son ETS.
- Al ser una infección bacteriana, el tratamiento convencional de la vaginosis bacteriana se basa en el uso de antibióticos, tanto por vía oral como vaginal (cremas / supositorios vaginales). Pero esta no es la única opción, también se pueden adoptar terapias alternativas basadas en remedios caseros muy efectivos.
- Una característica típica de la vaginosis bacteriana es su alto nivel de recurrencia, incluso después de completar varios cursos de tratamiento.
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