El himen es una membrana delgada, que se encuentra cerca del extremo inferior de la vagina. Cuando una mujer comienza a tener relaciones sexuales, generalmente ocurre la rotura del himen durante la penetración, causando un sangrado leve.
Si piensas en la vagina como un túnel, imagínate que alguien ha cubierto parcialmente su entrada con una sábana o cortina delgada, de modo que la mayor parte de ella está bloqueada. El himen hace algo similar a esto. Lo más común es que tenga forma de media luna, pero pueden existir otras variantes.
Te invito a conocer algunos problemas relacionados con el himen y su estructura en algunas mujeres.
Himen imperforado
Desafortunadamente, algunas niñas nacen sin ninguna abertura en el himen, es decir el himen cubre completamente la entrada vaginal. Esto causa problemas reales cuando llega la pubertad. Por ejemplo una vez que la adolescente ha comenzado a menstruar, tiene síntomas de dolor abdominal y sensación de hinchazón, pero nunca se produce sangrado. El volumen de sangre menstrual se acumula gradualmente durante varios meses, llenando la vagina y luego el útero. Esta acumulación puede extenderse hasta las trompas de Falopio en casos más graves.
La solución para este problema es relativamente sencilla. Una vez que se ha diagnosticado, el médico debe realizar una ligera incisión para cortar el himen, retirar el exceso de tejido y los restos de sangre acumulada. Más: ¿Qué es el himen imperforado?
Himen duro
En el pasado solía decirse que algunas jóvenes tenían «himen duro» porque no podían tener relaciones sexuales o estas eran muy difíciles. Muchas mujeres se sometían a cirugía para eliminar esta membrana. Sin embargo hace unas décadas, ciertas investigaciones médicas arrojaron que en esos casos el problema no era un himen duro, sino la presencia de vaginismo. El vaginismo es una condición psicológica común en la que los músculos vaginales se tensan cada vez que hay un acercamiento a la vagina.
Dicho esto, es cierto que en algunos casos el himen realmente puede ser más duro de lo habitual, pero antes de sacar conclusiones es recomendable solicitar un examen médico.
Restos de himen
Después de romperse el himen, es común que queden pequeños restos de tejido en el extremo inferior de la vagina. Estos tejidos suelen reducirse a lo largo de los años, por lo que llega el momento en que queda muy poco, o nada, de ellos. Sin embargo hay casos en los que pueden causar incomodidad o dolor durante las relaciones sexuales. Se recomienda el uso de un lubricante, pero si no se obtienen buenos resultados, entonces un ginecólogo puede retirar los restos de himen mediante un procedimiento sencillo.
Reconstrucción del himen (restauración de la virginidad)
En algunas culturas es muy importante que la mujer sea virgen cuando llegue al matrimonio. Estas comunidades le dan gran importancia a la castidad prematrimonial y creen que todas las vírgenes sangran cuando su himen se rompe. De hecho, en las bodas existe una gran expectativa acerca de si la novia ha manchado las sábanas de sangre durante el primer encuentro sexual.
Debido a estas tradiciones, actualmente hay un mercado próspero para las llamadas operaciones de «restauración de la virginidad». El procedimiento médico se conoce como «himenoplastia». Esto implica colocar una parte fina de tejido vaginal bordeando la abertura, de forma que quede una especie de himen nuevo.