Cómo usar peróxido de hidrógeno para tratar la vaginosis bacteriana (VB)

La vagina alberga una variedad de bacterias, tanto beneficiosas (Lactobacilos) como patógenas (Gardnerella vaginalis). Normalmente estas últimas no son abundantes, su población suele ser pequeña en comparación con las bacterias buenas. Sin embargo, en la vaginosis bacteriana este equilibrio natural se ve afectado; ocurre un aumento significativo de las bacterias malas y disminuye el número de lactobacilos saludables, dando lugar así a la infección.

La vaginosis bacteriana no se considera una condición seria, y tampoco es una infección de transmisión sexual, pero es importante prestarle atención a sus síntomas y buscar atención médica porque si se deja sin tratamiento puede conducir a otras complicaciones. Algunos de los síntomas típicos de la VB son el flujo abundante e inusual y el mal olor vaginal a pescado.

Aunque el tratamiento convencional de la vaginosis bacteriana indica que se deben usar antibióticos, para nadie es un secreto que estos medicamentos no siempre ofrecen una cura definitiva. Por eso cada vez son más las mujeres que optan por combatir la infección mediante un enfoque alternativo, donde los protagonistas son los remedios caseros. Hoy estaremos hablando sobre uno de los remedios más populares y efectivos: el peróxido de hidrógeno.

Peróxido de hidrógeno para tratar la vaginosis bacteriana

El peróxido de hidrógeno o agua oxigenada es un ingrediente común que puede hacer maravillas para mantener la vaginosis bacteriana a raya. Es económico, tiene una excelente tolerabilidad y proporciona una cura real. Su efecto como desinfectante natural ayuda a eliminar los principales síntomas de la vaginosis bacteriana y aniquilar a las bacterias malas. Además facilita la restauración de la población normal de bacterias y re-equilibra los niveles de pH vaginal. 

¿Cómo usar el peróxido de hidrógeno / agua oxigenada para la vaginosis bacteriana?

Lavado vaginal 

Prepara una mezcla de agua oxigenada (al 3%) y agua hervida, en iguales proporciones. Utiliza esta solución para lavar tu zona íntima, tratando de que penetre y actúe dentro de la vagina. Repite el proceso diariamente hasta que desaparezcan los síntomas.

Tampón con peróxido de hidrogeno

Empapa un tampón con la misma solución mencionada en el primer método e introdúcelo en la vagina durante no más de 30 minutos. Repite todos los días, especialmente antes de acostarte a dormir. Asegúrate de no quedarte dormida antes de retirar el tampón.

Spray vaginal 

Mezcla dos partes iguales de agua pura y peróxido de hidrógeno para colocarlas en un recipiente con spray. A continuación rocía esta solución en la abertura vaginal, varias veces, dejando que penetre en el interior. Reposa durante 10-15 minutos con las piernas separadas para permitir que el agua se seque.

Algunas mujeres acostumbran a utilizar el peróxido en forma de ducha vaginal, pero esto no es recomendable para uso diario, ya que puede resultar muy agresivo. Lo más seguro es aplicar una única ducha vaginal por semana.

Consejos y precauciones para usar el peróxido de hidrógeno en caso de vaginosis bacteriana

• Siempre mezcla proporciones iguales de peróxido de hidrógeno y agua. Si la concentración de peróxido de hidrógeno excede la concentración de agua, puede conducir a sequedad e irritación de la vagina.
• El peróxido de hidrógeno puede contener ingredientes activos. Por lo tanto, su aplicación tópica puede causar enrojecimiento, escozor o irritación temporal en el lugar de la aplicación.
• Nunca lo uses como remedio interno, es decir, nunca debes tomarlo porque puede causar efectos adversos.