El flujo vaginal abundante es una ocurrencia común en las mujeres sexualmente activas o no. Generalmente causado por desequilibrios hormonales o el aumento en los niveles de estrógenos, el aumento de flujo puede producirse de forma normal en momentos específicos del ciclo menstrual, o puede ser el resultado de una infección o enfermedad subyacente más seria. Sigue leyendo para saber más sobre las causas del flujo vaginal abundante.
El papel del flujo vaginal: ¿Por qué lo tenemos?
Algunas mujeres no son conscientes de lo que significa su flujo vaginal. La vagina es esencialmente el pasaje que conecta los órganos reproductivos internos con la vulva. Las glándulas dentro de la vagina y el cuello uterino producen fluidos para ayudar a eliminar las células muertas de la piel y las bacterias, con el fin de mantener tu sistema reproductivo saludable y prevenir las infecciones. El pH de la vagina es ácido (desde 3,8 hasta 4,5) y es mantenido por microorganismos que se producen naturalmente como parte de la flora bacteriana vaginal.
El moco vaginal normal es claro o blanco lechoso, tiene una consistencia relativamente delgada y sobre todo no tiene mal olor. No se acompaña de otros síntomas como picazón, hinchazón, enrojecimiento, ardor, dolor o molestia vaginal.
¿Qué causa los cambios en el flujo vaginal?
Si has prestado atención a tu flujo vaginal, entonces has notado que el color, la consistencia y la cantidad cambian a lo largo del ciclo menstrual. Básicamente estos cambios son provocados por las variaciones en los niveles de estrógeno que tienen lugar cada mes. Inmediatamente después del período el flujo es de color marrón y grueso, pero a medida que se acerca la ovulación se torna claro y más acuoso. Exactamente durante la ovulación, el flujo es muy acuoso y resbaladizo, con una textura elástica y similar a la clara de huevo cruda. Después de la ovulación, la descarga se vuelve de color blanco y textura cremosa, hasta que llega el período nuevamente. Los cambios se repiten una vez que el período se detiene.
¿Tener mucho flujo vaginal puede ser un signo de embarazo?
Muchas mujeres asumen que están embarazadas si tienen flujo vaginal abundante. Esto puede ser cierto si:
- recientemente se ha participado en relaciones sexuales sin protección
- la relación sexual tuvo lugar alrededor de la ovulación
- se producen otros signos de embarazo como sensibilidad en los senos, fatiga y necesidad frecuente de orinar
- no se experimenta picor, hinchazón o enrojecimiento vaginal, dolor al orinar, dolor durante el coito o sangrado entre períodos.
Cuando se queda embarazada, la cantidad de flujo vaginal se duplica como resultado de un aumento en los niveles de estrógeno. Es por eso que las mujeres embarazadas reportan grandes cantidades de moco vaginal, así como humedad en la ropa y sensación pegajosa en la vulva. Para saber si está o no está embarazada realmente, se recomienda utilizar un test de embarazo o acudir al médico por un análisis de sangre.
¿Tener relaciones sexuales aumenta la cantidad de flujo?
La respuesta es sí, pero no de la misma forma que lo hace el estrógeno. El flujo vaginal normal, como su nombre indica, es producido por las glándulas de la vagina. Pero el flujo que vemos en las relaciones sexuales es producido por glándulas que están fuera de la vagina, precisamente por encima y por debajo de la abertura vaginal. La excitación sexual envía señales específicas al cerebro, quien a su vez estimula la producción de un líquido transparente y resbaladizo con el fin de facilitar el coito.
Este tipo de descarga juega un papel importante en la protección de la vagina. Al hacer la penetración más fácil, los tejidos de la piel no se dañen, evitando así la aparición de la vaginitis y otros efectos indeseables.
¿Puedo tener mucho flujo vaginal si tengo una infección?
A veces tener mucho flujo vaginal puede ser normal, pero si la cantidad aumenta de repente y se acompaña de mal olor, picor, enrojecimiento, hinchazón, ardor al orinar o dolor pélvico, existe la posibilidad de que tengas una infección que necesita ser tratada lo antes posible. Por ejemplo:
- La infección por levaduras: el flujo es turbio, amarillento o blanco lechoso y tiene una consistencia gruesa, como queso cottage. El mal olor, la picazón, hinchazón, enrojecimiento y malestar, son signos comunes de la infección por levaduras.
- Vaginosis bacteriana: se produce una secreción blanca, gris o amarillenta con una textura muy grumosa y un fuerte olor a pescado, que es más notable después del sexo.
- La tricomoniasis: causa un flujo vaginal verdoso-amarillo, de textura espumosa y olor fuerte. Puede desaroolarse vulvitis (hinchazón y enrojecimiento de la vulva), ardor al orinar, dolor abdominal inferior y manchado entre períodos.
- La clamidia: provoca una descarga de color amarillo con una consistencia relativamente gruesa, por lo general similar al queso cottage. Todos los síntomas descritos anteriormente para la tricomoniasis están presentes excepto el manchado entre períodos.
- La gonorrea: conocida por causar una secreción amarilla anormal, la gonorrea también puede provocar síntomas similares a la tricomoniasis y la clamidia.
¿Qué puedo hacer si tengo mucho flujo vaginal?
En primer lugar, no te asustes. Suponer que tienes una u otra condición puede dar lugar al auto-tratamiento incorrecto y causar complicaciones. Lo mejor es ver al médico y someterse a los exámenes vaginales necesarios. Además es aconsejable realizarse la prueba de Papanicolaou periódicamente, ya que puede mostrar si estás en riesgo de desarrollar cáncer de cuello de útero. Asegúrate de preguntar sobre las medidas preventivas que puedes ejercer para evitar infecciones vaginales en el futuro, así como mantener tu vagina limpia y saludable.