Durante el ciclo menstrual, el moco cervical cambia debido a los niveles que alcanzan las hormonas estrógeno, progesterona, hormona folículo-estimulante y la luteinizante, pero una vez que la mujer queda embarazada se producen cambios abruptos en esos niveles hormonales. Por ejemplo ya no se produce el moco cervical como clara de huevo típico de la ovulación debido a que la mujer no necesita ovular mientras está embarazada.
Una vez que se ausenta la menstruación al principio del embarazo, los niveles de estrógeno y progesterona permanecen elevados; el estrógeno varía predominantemente pasando de estradiol a estriol bajo el efecto de la placenta. El cuerpo de la mujer también produce una gran cantidad de la hormona gonadotropina coriónica humana (hCG) durante las primeras etapas del embarazo y este cambio suele afectar al entorno cervical y vaginal, así como a la cantidad de moco vaginal/cervical que se libera.
Una señal temprana del embarazo
Cuando la mujer conoce las características de su moco cervical durante un ciclo normal, probablemente podrá reconocer los cambios que ocurran en presencia del embarazo. El moco cervical es secretado por glándulas que se encuentran en el interior del cuello uterino, en la mucosa cervical. Normalmente es de color blanco o transparente, cremoso y sin olor. La cantidad varía de una mujer a otra; depende del estado de hidratación, del número de glándulas cervicales, de la cantidad de estrógeno y progesterona que hay en su sistema. Cuando se produce el embarazo, el moco cervical ya no pasa por las mismas etapas que antes. Por ejemplo ya no se observa el mismo moco viscoso y transparente como clara de huevo crudo, sino que se mantiene blanquecino, cremoso y muy abundante.
Si hay moco cervical amarillento, rosa o marrón durante el embarazo, puede deberse a un ligero sangrado desde el cuello uterino. Pero se debe prestar atención porque las infecciones como la tricomoniasis, la gonorrea o la vaginosis bacteriana durante el embarazo pueden contribuir a la coloración anormal del moco cervical. Afortunadamente estas condiciones a menudo son detectadas en la primera consulta prenatal, de modo que se pueden tratar de forma exitosa para no afectar el proceso de gestación.
¿Cómo cambia el moco cervical con las hormonas?
Durante un ciclo menstrual normal hay seis etapas diferentes en el moco cervical. Durante el embarazo sólo vemos una de estas etapas.
Etapa 1. Días relativamente secos donde los niveles de estrógeno son todavía bajos y el sangrado recién se ha detenido. En estos días comienza la proliferación de la mucosa uterina y la maduración del óvulo.
Etapa 2. A medida que aumenta el nivel de estrógenos, el moco se torna espeso y pegajoso. El esperma puede sobrevivir, pero no puede viajar hasta las trompas de Falopio o el útero para lograr un embarazo.
Etapa 3. Se considera una fase estrogénica, esto quiere decir que los niveles de estrógeno son más altos, pero todavía no existe un pico de hormona luteinizante (LH), por tanto el flujo sigue impidiendo el paso de los espermatozoides.
Etapa 4. Aquí el moco cervical es profuso, viscoso y elástico. El óvulo está listo para salir y los espermatozoides pueden viajar a través del canal vaginal, de modo que puede haber fecundación.
Etapa 5. En este punto se observa el moco como clara de huevo, transparente y acuoso. Ya se ha producido el pico de estrógenos y todavía no existe el componente de progesterona del folículo ovárico.
Etapa 6. Se observa un flujo de color blanco y textura más espesa. Esto significa que la progesterona es predominante. Dicha hormona es compatible con la maduración del revestimiento uterino, por lo que estará listo para asumir la implantación del cigoto en caso de haberse producido la fecundación.
Moco cervical: efectos del embarazo
Cuando la mujer está embarazada el estrógeno y la progesterona determinan la calidad y el carácter de su moco cervical. A medida que estas hormonas aumentan sus niveles, también se produce un aumento del flujo vaginal blanco, el cual puede servir como una señal temprana del embarazo. En este momento también se debe prestar atención a muchos otros síntomas.
Si se quiere determinar el embarazo mediante un análisis de dicho moco, se puede tomar una pequeña muestra y colocarla en un portaobjetos bajo el microscopio para verificar si hay predominio estrogénico. Si el estrógeno es dominante (no embarazada), el moco se secará formando un patrón similar a un helecho. Por el contrario si la progesterona es dominante, entonces no aparece dicho patrón y el embarazo es muy probable.
Preguntas comunes acerca del moco cervical en el embarazo
Te puedes preguntar, «¿el moco cervical es un signo de embarazo?» Puede ser una señal de embarazo temprano, pero como regla general siempre se necesitan otros signos que lo confirmen. Esto se debe a que el moco cervical puede estar presente en mujeres no embarazadas. (Ver: ¿Se puede saber si se está embarazada comprobando el moco cervical?)
¿Cómo luce el moco cervical durante el embarazo? Depende de los niveles de hormonas y de la presencia o no de una infección vaginal. En el embarazo el moco cervical normal es blanco, espeso, cremoso y pegajoso. Su cantidad es mayor si lo comparamos con el flujo vaginal en ciclos menstruales regulares.
¿Puedo quedar embarazada sin moco cervical? Realmente se necesita moco cervical para crear un entorno donde los espermatozoides puedan moverse fácilmente. El mejor moco cervical para lograr esto es el moco clara de huevo que se produce durante la ovulación. Es acuoso, elástico y favorece muchísimo el paso de los espermatozoides. Después que ocurre el embarazo, el cuerpo produce un tapón de moco que impide el paso de cualquier cosa al útero, incluyendo nuevos espermatozoides, para proteger la vida que recién ha comenzado a formarse.
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