Las infecciones vaginales pueden desarrollarse en todas las mujeres, independientemente de la edad y de si son sexualmente activas o no. A veces pueden ser infecciones temporales como la vaginosis bacteriana o la candidiasis, otras puede tratarse de condiciones más serias como la gonorrea y la tricomoniasis.
Uno de los síntomas que las infecciones vaginales tienen en común es la presencia de flujo vaginal anormal. Mientras el moco vaginal normal es beneficioso y ayuda a mantener los gérmenes a raya, en caso de infección puede llegar a ser terriblemente incómodo, acompañándose de picazón, ardor al orinar e inflamación de la vulva.
¿Cuáles son los tipos de flujo vaginal que puedes observar y qué significa cada uno? Continúa leyendo para averiguarlo.
- Flujo vaginal blanco
Este flujo generalmente es normal, siempre y cuando no provoque molestias vaginales. Si experimentas flujo vaginal blanco que no se acompaña de otros síntomas como picor, enrojecimiento o mal olor, entonces probablemente sea normal.
La cantidad de secreción vaginal que experimenta cada mujer varía dependiendo del momento del ciclo menstrual. Antes y después del período hay poco flujo, pero antes y durante la ovulación hay una gran cantidad porque los niveles de estrógeno aumentan dramáticamente. Por otra parte, la descarga vaginal suele ser delgada y acuosa en torno a la ovulación para facilitar la fecundación del óvulo.
Sin embargo, si tu flujo vaginal blanco es grueso, similar al queso cottage, tiene muy mal olor y causa picazón, enrojecimiento, hinchazón o ardor, entonces es probable que se trate de una infección vaginal, especialmente la infección por levaduras. La vaginosis bacteriana también puede causar algunos de estos síntomas, pero en general causa menos molestias vaginales.
- Flujo vaginal nublado o grisáceo
Si experimentas un flujo grisáceo y turbio la causa más común es la vaginosis bacteriana. Esta infección se debe a posibles cambios en la flora y el pH vaginal, con frecuencia causa mal olor y flujo vaginal anormal. El mal olor tiende a empeorar después de las relaciones sexuales.
Puedes desarrollar esta condición incluso si no eres sexualmente activa. Algunos factores de riesgo pueden ser:
- Usar protectores diarios, toallas sanitarias o papel higiénico muy perfumados o sin pH neutro
- Usar excesivamente productos de higiene muy perfumados
- Tomar antibióticos por un tiempo prolongado
Aunque esta infección no es grave, sí requiere tratamiento oportuno porque puede derivar en complicaciones cuando se deja sin tratar indefinidamente.
- Flujo vaginal amarillo
El flujo vaginal amarillento puede resultar de infecciones de transmisión sexual como la gonorrea, la clamidia y la tricomoniasis. Suele ir acompañado de otros síntomas que incluyen picazón, ardor al orinar, hinchazón y enrojecimiento de la vulva, mal olor vaginal, molestias durante las relaciones sexuales. El color puede variar de amarillo claro a amarillo neón o amarillo oscuro, a veces puede incluir manchas de sangre.
Es importante tener en cuenta que, si bien este flujo generalmente es causado por enfermedades de transmisión sexual, también puede ser el resultado de una mala higiene personal. El flujo vaginal normal tiene la función de mantener limpia la vagina, pero aun así es importante lavarse los genitales y cambiar la ropa interior diariamente.
Normalmente algunas mujeres tienen secreción vaginal de color ligeramente amarillo, sin embargo no hay ningún otro síntoma como comezón o mal olor.
- Flujo vaginal verde
El flujo verde es causado por la tricomoniasis, una enfermedad de transmisión sexual que puede contraerse a través de relaciones sexuales sin protección con una pareja infectada. Otros síntomas incluyen dolor y picor al orinar, molestias durante las relaciones sexuales, y manchado entre menstruaciones. Debido a la naturaleza infecciosa de la tricomoniasis es importante tratarla lo más pronto posible, de lo contrario se corre el riesgo de transmitir la enfermedad a otras parejas sexuales.
Si una mujer no ha estado activa sexualmente de igual forma puede contraer la tricomoniasis al estar en contacto con el organismo infeccioso, por ejemplo al usar o probarse trajes de baño, ropa interior y toallas usadas por personas que tienen la enfermedad.
Es importante tratar esta infección tan pronto como sea posible, de lo contrario aumenta el riesgo de contraer otras infecciones como el VIH.