Cualquier mujer puede pensar que mientras más lave su zona genital, más limpia y fresca se sentirá. Esto no es completamente cierto, de hecho en algunos casos se pueden obtener los resultados contrarios. El uso excesivo de jabones, toallitas, desodorantes y demás productos de higiene puede alterar el pH vaginal y por tanto, puede abrir la puerta para las infecciones comunes como la candidiasis vaginal y la vaginosis bacteriana.
Prevenir la aparición de estas infecciones vaginales es muy fácil si conoces algunas reglas simples de higiene personal. Los ginecólogos sugieren evitar ciertos hábitos comunes, tales como:
- Aplicar duchas vaginales frecuentes
- Usar enjuagues femeninos, polvos y aerosoles muy perfumados
- Usar ropa interior sintética o prendas muy ajustadas
Además de evitar estas prácticas, ellos recomiendan:
- Evitar tomar baños con agua muy caliente
- No usar productos de higiene femenina varias veces al día
- Enjuagar los genitales con agua tibia o fría, secando muy bien antes de vestirse
- Limpiar y secar siempre la zona genital haciendo un movimiento desde alante hacia atrás
Otra sugerencia muy importante sobre la higiene vaginal y la prevención de infecciones es no tratar de eliminar el flujo vaginal normal. Tus secreciones vaginales ya se encargan de limpiar y proteger el entorno naturalmente. Aunque no te resulten agradables, no quieras eliminarlas lavándote constantemente porque estarás dejando a tu vagina desprotegida y vulnerable.
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