Un flujo vaginal amarillo verdoso es una secreción anormal que suele estar acompañada por otros síntomas como mal olor, picor, inflamación, dolor y posiblemente fiebre. A menudo es causada por una infección intravaginal o pudiera ser reflejo de una infección secundaria o subyacente. Dependiendo del tipo y la intensidad de la infección, estas secreciones pueden empezar a ser espumosas, luego ir cambiando de tono con variaciones que pasan por amarillo claro, hasta aparecer un flujo amarillo verdoso con densidad espesa; el olor puede llegar a ser muy fuerte, similar al pescado.
¿Por qué?
La presencia de flujo amarillo verdoso se asocia frecuentemente a una de las siguientes condiciones:
Enfermedad de transmisión sexual (ETS): una secreción con estas características generalmente es provocada por la presencia de virus y bacterias que se propagan de una pareja sexual a otra. Las mujeres tienden a presentar síntomas más severos que los hombres, incluyendo la secreción vaginal anormal y cambios inflamatorios. La infección puede propagarse a sus órganos reproductivos y conducir a la enfermedad inflamatoria pélvica; entre las más comunes están la gonorrea, clamidia, tricomoniasis, verrugas genitales, herpes genital, etc.
Enfermedad inflamatoria pélvica: es una infección crónica de los órganos reproductivos femeninos, incluyendo el cuello uterino, el útero, las trompas de Falopio, los ovarios y las estructuras circundantes. Esto puede incluir condiciones tales como:
- Cervicitis
- Salpingitis
- Endometritis
Vaginosis bacteriana: una infección provocada por el desequilibrio en la población de bacterias vaginales, a menudo con un crecimiento excesivo de la bacteria Gardnerella vaginalis.
Cuerpo extraño en la vagina: la presencia de cuerpos extraños durante mucho tiempo, por ejemplo un tampón, puede causar la alteración de la flora bacteriana normal de la vagina, resultando en la aparición de un flujo amarillo verdoso.
¿Cómo me curo?
Si presentas un flujo vaginal de color amarillo verdoso, requieres de una adecuada revisión médica para lograr un diagnóstico y el tratamiento adecuado. El tratamiento generalmente implica el uso de antibióticos vaginales, orales y en casos más graves, intravenosos; es importante informar a todas las parejas sexuales recientes para que también puedan obtener un diagnóstico y el tratamiento médico adecuado.
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