Cualquier tipo de cáncer en etapa 4 es un cáncer que ya se ha trasladado a otras partes del cuerpo y no solo se encuentra en la región donde fue diagnosticado inicialmente. En el caso del cáncer de mama en etapa 4 casi siempre se considera incurable, sin embargo gracias a los avances investigativos de la ciencia médica ya este tipo de cáncer está siendo tratado como una enfermedad crónica. Eso significa que cada vez son más los pacientes que pueden vivir por más tiempo. Cuando el cáncer de mama responde a los tratamientos, las personas logran vivir varios años más de los que habían previsto los médicos. Entonces, ¿cuál es la esperanza de vida del cáncer de mama en etapa 4 (cáncer metastásico)?
El 22% de los pacientes viven hasta cinco años después de haber sido diagnósticados; en comparación con las primeras etapas del cáncer, esta tasa es considerablemente menor. En la etapa dos, la tasa de supervivencia de cinco años es del 90% y en la tercera etapa, es del 72%. Esto demuestra que el diagnóstico desde las primeras etapas de la enfermedad es muy importante para lograr una esperanza de vida mayor.
Predecir la esperanza de vida de los pacientes nunca puede ser exacto. Cuando se tiene cáncer de mama en etapa 4 influyen otros factores como la edad, el estado general de salud, los receptores de hormonas sobre las células con cáncer, el tipo de tejido que el cáncer ha afectado y la perspectiva general de la vida.
Las estadísticas en varios países afirman que alrededor del 50% ciento de las mujeres que son diagnosticadas con cáncer de mama en etapa 4 siguen vivas 18 meses después del diagnóstico. Con los años, la esperanza de vida se vuelve constante y va mejorando poco a poco. Esto se logra principalmente gracias al tratamiento combinado de cirugía, radiación, múltiples medicamentos y una red de apoyo con mucho positivismo.
Síntomas corporales del cáncer de mama en etapa 4
Las mujeres con cáncer de mama en etapa 4 pueden experimentar síntomas en diferentes partes del cuerpo, por ejemplo en la columna vertebral, las caderas, las costillas, el cráneo, la pelvis, los brazos y las piernas. Caminar, incluso distancias cortas, puede llegar a ser difícil y doloroso. Cuando el cáncer se ha extendido a los pulmones puede causar dificultad para respirar, tos crónica y dolorosa. A medida que la enfermedad progresa, se puede experimentar ictericia, fiebre y pérdida de peso exagerada como consecuencia de la propagación del cáncer al hígado.
Tratamientos para el cáncer de mama en etapa 4
Los tratamientos para el cáncer de mama en etapa 4 no curan la enfermedad, pero ralentizan sus efectos, hacen sentir mejor al paciente y posiblemente alargan su esperanza de vida.
Quimioterapia. Este es el principal tipo de tratamiento para los pacientes con cáncer de mama en la etapa 4, pues ayuda a reducir la propagación de la enfermedad. Hay diferentes maneras de recibir la quimioterapia, puede ser por vía intravenosa o por vía oral. Por lo general la quimioterapia se utiliza en combinación con la terapia hormonal.
Terapia hormonal. Este tratamiento puede ser muy útil para las mujeres que tienen cáncer con receptores hormonales positivos, es decir que el cáncer necesita hormonas para crecer. En este caso los medicamentos disminuyen los niveles de hormonas y evitan que estas actúen en las células del cáncer. En aquellas mujeres que no tienen la menopausia, la eliminación de los ovarios es una buena opción adicional para reducir la producción de hormonas. Esta terapia también suele usarse para combatir una recurrencia del cáncer después del tratamiento o el cáncer que se ha diseminado a otras partes del cuerpo.
Terapia dirigida. Este es un tratamiento relativamente nuevo. Se ha encontrado que alrededor del 20% de las mujeres que son diagnosticadas con cáncer de mama tienen demasiada proteína HER2. Esta proteína hace que el cáncer se extienda rápidamente. En estos casos se administra el medicamento llamado trastuzumab, también conocido como Herceptin, para detener la acción de dicha proteína y frenar el crecimiento del cáncer. Este medicamento también estimula al sistema inmunológico, lo que permite que el cuerpo combata el cáncer por sí mismo. La terapia dirigida se utiliza generalmente en combinación con la quimioterapia.
Cirugía y radiación. Estas formas de tratamiento solo se utilizan en determinados casos para aliviar el dolor de los pacientes y controlar los síntomas en otras partes del cuerpo hacia donde se ha extendido el cáncer.
Ensayos clínicos. Muchos pacientes están dispuestos a participar en ensayos clínicos para probar nuevos tratamientos. Estos ensayos dan al paciente el acceso a tratamientos que aún no están en el mercado y tal vez la oportunidad de aumentar su esperanza de vida. Además están contribuyendo a que quizás otros pacientes puedan recibir este tratamiento en el futuro.
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