Se dice que la infección genital por clamidia tiene un curso asintomático en 7 de cada 10 mujeres que la padecen. De ahí que si una mujer está experimentando cualquier signo sospechoso de ITS, es recomendable comprobar si la clamidia puede ser o no la causa.
Rasgos característicos del flujo por clamidia
- El color amarillo. Normalmente esto es observado por el médico durante el examen pélvico, no por la paciente.
- La cantidad de flujo vaginal por lo general no cambia, sólo el color y la forma en que huele (olor agrio).
Síntomas acompañantes
- Además de la descarga vaginal, la infección puede causar picazón, ardor en la zona vulvo-vaginal, dolores pélvicos.
- La presencia de un sangrado intermenstrual y la menstruación en sí puede ser más dolorosa de lo habitual.
- El estado de salud en general. La mujer puede sentirse mal, con debilidad y un aumento de la temperatura corporal.
- En el 5-15% de las mujeres con clamidia se presenta la inflamación de apéndice, que se caracteriza por dolores abdominales agudos y extendidos a la espalda baja, dolor durante el coito y aumento de la temperatura corporal.
La clamidia traicionera: No todo es acerca de los síntomas…
Como ya se ha mencionado, la clamidia urogenital a menudo progresa de forma asintomática o se manifiesta, por ejemplo, como uretritis. Otro escenario posible es cuando los síntomas desaparecen de repente y la mujer suspira con alivio, sin embargo, esos son sólo los síntomas. La clamidia puede estar pasando a su forma crónica, cuando avanza la infección y se afectan otros órganos. En esta etapa la mujer que se pone en contacto con un ginecólogo presenta condiciones serias como adnexitis, pelvioperitonitis, comisuras peritoneales y la infertilidad. El ginecólogo por lo general recomienda hacer pruebas de ITS, las cuales muy a menudo revelan una infección por clamidia.
El diagnóstico de la infección por clamidia
El ginecólogo puede diagnosticar la clamidia inicialmente como una inflamación. Por ejemplo, puede ser endocervicitis (inflamación de la mucosa en el cuello uterino), uretritis o cistitis (inflamación de la uretra y de la vejiga urinaria). Las mujeres infectadas con clamidia, también sufren con frecuencia de vaginosis bacteriana. Estos diagnósticos, sin embargo, sólo reflejan que hay infección y su localización (útero, vagina, las trompas de Falopio, etc). Con el fin de determinar el agente causante de dicha inflamación, el ginecólogo tiene que hacer todas las pruebas necesarias.
Las complicaciones de la clamidia
Las complicaciones de clamidia causan cambios progresivos e irreversibles en el aparato reproductor femenino, que luego pueden desencadenar en dolores abdominales inferiores, el embarazo ectópico y los abortos involuntarios. La infección genital por clamidia a menudo provoca el desarrollo de la infertilidad femenina, e incluso si una mujer infectada se queda embarazada, en el 50% de los casos su bebé será portador del virus. En los recién nacidos la clamidia a menudo se manifiesta a través de la conjuntivitis.
Resumen
Analizando todo lo explicado anteriormente, podemos llegar a una única conclusión correcta: en caso de tener clamidia no debemos esperar a que los síntomas sean muy pronunciados para solicitar ayuda médica. Incluso una simple sospecha de un problema en el tracto genital es una buena razón para ponerse en contacto con un ginecólogo y someterse a las pruebas. Todos los futuros padres y madres en la etapa de planificación del embarazo deben hacerse pruebas para descartar esta u otras infecciones de trasmisión sexual.
El flujo vaginal pro clamidia es un síntoma revelado sólo en aproximadamente el 25% de las mujeres infectadas, ya que la mayoría de los casos son asintomáticos. Recuerde que cualquier inflamación da suficiente terreno para sospechar infecciones ocultas. Elige ser responsable de tu propia salud.