La vaginosis bacteriana se puede abordar mediante el tratamiento médico convencional, así como con la práctica de remedios caseros específicos. Por un lado tenemos el tratamiento a base de antibióticos, ya sea por vía oral, cremas u óvulos vaginales, y por otro tenemos un grupo de remedios caseros eficaces que pueden controlar y curar la condición.
Un paso muy importante para lograr el tratamiento efectivo de la vaginosis bacteriana es no auto-medicarse. Aunque esta infección tiene varios síntomas típicos, existen otras infecciones que pueden causar molestias iguales o muy similares. Es común que las mujeres comiencen a aplicarse medicamentos anti-fúngicos, cuando en realidad no tienen una infección por hongos, sino una infección bacteriana. En ese caso, el tratamiento no servirá de nada.
Siempre es muy importante prestar atención a los síntomas vaginales; si observas que algo no anda bien, lo mejor es acudir al médico o buscar asesoramiento profesional. Esto es aún más urgente si la mujer está embarazada.
Una vez que se ha obtenido el diagnóstico médico de la vaginosis bacteriana, se puede indicar un tratamiento antibiótico con metronidazol (Flagyl), tanto por vía oral como por vía tópica, con clindamicina (Cleocin), por vía oral y en crema, o con tinidazol por vía oral. (Ver además: Medicamentos orales y vaginales para la vaginosis bacteriana)
El metronidazol oral suele causar efectos secundarios desagradables, pero se cree que es el tratamiento más efectivo. El tinidazol (Tindamax) parece tener menos efectos secundarios que el metronidazol. Los geles y óvulos vaginales no suelen causar efectos adversos, pero en algunos casos se puede desarrollar una vaginitis por hongos tras la medicación.
Lamentablemente, la vaginosis bacteriana tiene una alta tasa de recurrencia, incluso después de un tratamiento exitoso. Se dice que más de la mitad de los casos experimentan síntomas recurrentes dentro de los 12 meses. Este hecho suele relacionarse con el efecto de círculo vicioso que crean los antibióticos, ya que si bien eliminan las bacterias dañinas, también afectan la población de bacterias buenas encargadas de mantener la buena salud vaginal.
En este escenario los remedios caseros vienen a jugar un papel muy importante debido a que tienen la capacidad de combatir la infección y re-equilibrar la flora vaginal al mismo tiempo. Existen varios remedios que han demostrado su efectividad para curar la vaginosis bacteriana en poco tiempo, gracias al poder natural de ingredientes y sustancias como el vinagre, el yogurt, el aceite de árbol de té, el peróxido de hidrógeno, el ajo, entre otros. Son alternativas que funcionan, que logran controlar la proliferación de bacterias patógenas, ponen el pH vaginal en equilibrio y eliminan el mal olor a pescado tan desagradable.