El cáncer de mama es unade las principales causas de muerte en las mujeres. Aunque es una enfermedad que afecta a ambos sexos, es más frecuente en las féminas. Aún no se ha determinado una única causa para su desarrollo; según las investigaciones científicas pueden existir muchos factores desencadenantes o de riesgo. Lo que sí está claro, es que al igual que otros tipos de cáncer, el cáncer de mama se produce en presencia de un crecimiento anormal de algunas células mamarias. Entre sus síntomas más conocidos se incluyen los cambios en el tamaño y forma de la mama, la secreción anormal del pezón, la formación de una masa o bulto, la irritación en la piel del seno afectado, entre otros, pero muchas mujeres se preguntan si el cáncer de mama causa dolor.
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Antes de responder esta interrogante, veamos una visión general sobre la enfermedad y su origen…
Las células anormales que dan origen al cáncer de mama se dividen y se multiplican con mayor velocidad que las células normales, llegando a formar bultos o masas; incluso pueden extenderse a otras partes del cuerpo. El cáncer de mama comienza en forma de carcinoma ductal invasivo o de carcinoma lobular invasivo. Este último comienza en el tejido glandular, mientras que el primero comienza en los conductos que producen la leche materna. A veces la enfermedad también puede comenzar en otros tejidos o células dentro de la mama.
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Se sabe que algunos factores ambientales, hormonales o de estilo de vida pueden aumentar el riesgo de desarrollar cáncer de mama. Sin embargo todavía no está claro por qué algunas personas con factores de riesgo no desarrollan cáncer, mientras que otras que no los tienen terminan padeciéndolo. Existe la posibilidad de que el cáncer de mama esté determinado por una interacción compleja entre la genética, el entorno y el estilo de vida.
Se estima que entre el 5 y 10% de los casos de cáncer de mama se deben a mutaciones genéticas heredadas. Afortunadamente ya se han identificado los genes mutados que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar la enfermedad. Los más comunes son el gen del cáncer de mama 1 (BRCA1) y el gen de cáncer de mama 2 (BRCA2). Ambos aumentan significativamente el riesgo de padecer cáncer de ovario y de mama. Si en tu familia existen casos de cáncer de mama u otros tipos de cáncer, sería buena idea solicitar un análisis de sangre especial para identificar posibles mutaciones específicas en los genes de BRCA, u otros que repercutan en tu familia.
Después de conocer estos aspectos generales sobre el cáncer de mama, respondemos a la pregunta inicial que nos han hecho llegar varias lectoras:
¿El cáncer de mama causa dolor?
Normalmente el cáncer de mama no es doloroso en sus fases inciales, pero puede llegar a serlo a medida que la enfermedad progresa. Este cáncer generalmente se oculta dentro del tejido mamario y utilizalos recursos de tu cuerpo de forma lenta para crecer; es posible que no sientas nada mientras se desarrolla.
Según las estadísticas, los tumores pequeños no causan mucho dolor en la mama. El dolor se siente si el tumor alcanza aproximadamente 2 centímetros de diámetro o más. Sin embargo, pueden existir tumores mayores de 2 centímetros que no causan dolor. Se dice que sólo de un 5 a un 15% de las mujeres que descubren que tienen cáncer de mama experimentan dolor, y que sólo el 7% de las mujeres con cáncer de mama buscan atención médica debido a la presencia de dolor en la mama. (Ver: ¿Cómo se siente un tumor de mama?)
¿Cómo se siente el dolor causado por el cáncer de mama?
Este dolor puede ser perceptible en una o ambas mamas; suele estar bien localizado y se siente al presionar el tejido cercano. Los casos más propensos a experimentar dolor son el cáncer de mama inflamatorio y el cáncer que ya se ha diseminado a otras áreas del cuerpo.
Acude al médico si experimentas cualquier tipo de dolor o incomodidad en tus senos sin existir una causa evidente.
Síntomas comunes del cáncer de mama
Según lo planteado por la organización breastcancer.org, el cáncer de mama se asocia más a la presencia de otros síntomas, y no precisamente al dolor. Veamos cuáles son los principales signos a tener en cuenta:
Marcas, hoyuelos o enrojecimiento en la piel de la mama, dando una apariencia similar a la piel de una naranja.
Expulsión de una secreción sanguinolenta desde el pezón.
Posición anormal del pezón, por ejemplo un pezón que se hunde o se invierte.
Descamación o desprendimiento de la piel de la mama o la areola.
Cambio de aspecto, tamaño o forma de la mama.
Cómo se trata el cáncer de mama
Es muy importante prestar atención a los posibles cambios que puede experimentar nuestro cuerpo. Este es un paso fundamental en el diagnóstico temprano del cáncer de mama, de ahí que se recomiende tanto la realización regular del auto-examen de mamas en casa. En caso de reconocer alguno o varios de estos síntomas, debes acudir al médico lo antes posible para ser evaluada. En caso de diagnosticarse el cáncer de mama, se puede poner en marcha el tratamiento más adecuado.
Los métodos de tratamiento para abordar el cáncer de mama son:
La radioterapia: mata las células cancerosas mediante ondas de alta energía.
La cirugía: implica la extirpación total de la mama (mastectomía) o el tumor y los tejidos circundantes (tumorectomía).
La quimioterapia: utiliza medicamentos potentes para reducir o eliminar las células cancerosas, con el objetivo de disminuir o controlar los síntomas. Estos medicamentos pueden causar efectos secundarios como pérdida del cabello, sofocos, náuseas, fatiga y menopausia prematura.
La terapia hormonal: administra medicamentos para prevenir que las hormonas, especialmente el estrógeno, favorezca el crecimiento de células de cáncer de mama. La sequedad vaginal y los sofocos son algunos de los efectos secundarios de estos fármacos.
La terapia dirigida: implica el uso de medicamentos para impulsar al sistema inmunológico y mejorar su capacidad para combatir el cáncer.
La quimioterapia, la terapia dirigida o la terapia hormonal se pueden combinar con la radiación o la cirugía para eliminar cualquier célula maligna que haya quedado después de la extirpación del tumor.
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Se estima que entre el 5 y 10% de los casos de cáncer de mama se deben a mutaciones genéticas heredadas. Afortunadamente ya se han identificado los genes mutados que pueden aumentar las probabilidades de desarrollar la enfermedad. Los más comunes son el gen del cáncer de mama 1 (BRCA1) y el gen de cáncer de mama 2 (BRCA2). Ambos aumentan significativamente el riesgo de padecer cáncer de ovario y de mama. Si en tu familia existen casos de cáncer de mama u otros tipos de cáncer, sería buena idea solicitar un análisis de sangre especial para identificar posibles mutaciones específicas en los genes de BRCA, u otros que repercutan en tu familia.
