Los cambios en el sistema reproductor femenino causados por el envejecimiento resultan principalmente de variaciones en los niveles hormonales. Los signos más claros de envejecimiento ocurren cuando los períodos menstruales se detienen permanentemente (menopausia).
La fase que precede a la menopausia se denomina perimenopausia y puede comenzar varios años antes del último período menstrual. Los signos de la perimenopausia incluyen:
- Períodos menstruales más frecuentes al principio, que se van tornando muy esporádicos en el tiempo
- Períodos más largos o más cortos de lo normal
- Cambios en la cantidad de flujo menstrual
Eventualmente, los períodos menstruales serán muy escasos, hasta que se detienen por completo.
Pero esos no son los únicos cambios, también ocurren transformaciones físicas en el tracto reproductivo.
Una vez que ha comenzado la menopausia, los ovarios dejan de producir las hormonas estrógeno y progesterona, así como dejan de liberar óvulos. Esto trae como consecuencia una gran diminución en los niveles hormonales, dando lugar a otros inconvenientes.
- Las paredes vaginales se vuelven más delgadas, secas, menos elásticas y posiblemente irritadas. Es común que las relaciones sexuales resulten dolorosas bajo estas condiciones.
- Aumenta el riesgo de desarrollar infecciones vaginales por hongos.
- El tejido genital externo adelgaza y es más propendo a irritarse.
Otros cambios generales incluyen:
- Síntomas típicos de la menopausia como sofocos, mal humor, dolores de cabeza y problemas para dormir
- Problemas con la memoria a corto plazo
- Disminución del tejido mamario
- Disminución del deseo (libido) y respuesta sexual
- Aumento del riesgo de pérdida ósea (osteoporosis)
- Cambios en el funcionamiento del sistema urinario, como la frecuencia y urgencia de orinar, aumento del riesgo de infección del tracto urinario
- Pérdida de tono en los músculos púbicos, pudiendo provocar que la vagina, el útero o la vejiga urinaria bajen de su posición normal (prolapso)
Gestionando los cambios en la menopausia
La terapia hormonal con estrógeno o progesterona, solos o en combinación, puede controlar los síntomas de la menopausia como sofocos, sequedad vaginal y dolor durante las relaciones sexuales. Sin embargo la terapia hormonal tiene riesgos, no es recomendable para todas las mujeres. Discuta los riesgos y beneficios con su proveedor de atención médica.
Para gestionar problemas como las relaciones sexuales dolorosas, se puede usar un lubricante o cremas hidratantes vaginales. Estos productos pueden aliviar la sequedad vaginal y el adelgazamiento de los tejidos. Además la aplicación de estrógeno tópico dentro de la vagina puede ayudar a espesar los tejidos vaginales y aumentar la humedad/sensibilidad.
Como últimas recomendaciones le animamos a hacer ejercicio regularmente, comer alimentos saludables y mantenerse hidratada todo el día.