La mayoría de las infecciones, tales como la vaginosis bacteriana o la tricomoniasis, no van a desaparecer tan fácilmente con medicamentos de venta libre aplicados en casa por tu cuenta. En muchos casos se requieren antibióticos y la orientación de un médico. Si sospechas que tienes una infección vaginal, lo primero que debes hacer es buscar asesoramiento médico. No trates de curar algo que no sabes exactamente lo que es.
El caso típico de autotratamiento está asociado a las infecciones por hongos. Debido a que los tratamientos de venta libre están ampliamente disponibles, muchas mujeres se diagnostican y se tratan a sí mismas con una infección por hongos, cuando de hecho no la tienen. El uso de estos medicamentos cuando no son necesarios puede conducir a una infección resistente. Lamentablemente las infecciones resistentes son muy difíciles de tratar con los medicamentos actualmente disponibles.
Muchos medicamentos de venta libre actuales están disponibles para los casos leves de infección por hongos. Se venden en forma de supositorios o cremas vaginales, con dosis de una aplicación diaria durante siete días y dosis más fuertes de una sola aplicación por tres días. Los medicamentos más utilizados para este tipo de infección son:
o miconazol (Monistat-7, M-Zole)
o tioconazol (Vagistat Vaginal)
o butoconazole (Femstat)
o clotrimazol (Femizole-7, Gyne-Lotrimin)
Aunque no soy partidaria de usarlos sin la aprobación de un médico, quiero darles algunos consejos importantes al respecto:
- Masajea estos medicamentos no solo en la vagina, también en los tejidos circundantes, respetando siempre la formulación y las instrucciones del producto. Si se produce un aumento de la irritación en la zona, suspende la medicación inmediatamente.
- Si estás embarazada, consulta a tu médico antes de usar estos tratamientos.
- Si los síntomas continúan por más de 1 semana, consulta a tu médico. Puedes tener una infección por hongos grave u otros problemas que imitan una infección de este tipo.
Aunque parezca tentador, nunca uses duchas vaginales para limpiar el interior de tu vagina. Este es un error muy común que cometen algunas mujeres cuando saben que tienen infección vaginal. Al intentar tratar un flujo vaginal anormal mediante las duchas vaginales, en realidad podrías empeorar la condición.
Por último, recuerda que existen otros productos que se obtienen sin receta y contienen antihistamínicos o anestésicos tópicos (medicamentos adormecedores). Estos sólo enmascaran los síntomas y no tratan el problema subyacente.