Casi todas las mujeres experimentan malestar pélvico durante su período menstrual. Esto puede ser más o menos intenso, depende de cada caso; pero hoy no esteremos hablando sobre este malestar común, sino acerca de los calambres menstruales fuertes que causan dolor severo y afectan el desenvolvimiento diario de la mujer.
Estos calambres son más frecuentes en las mujeres jóvenes, sobre todo en las adolescentes que han comenzado a menstruar recientemente o en las chicas que tienen una menstruación irregular. Se dice que la intensidad de los calambres menstruales está determinada por el nivel de prostaglandinas que haya en el cuerpo de la mujer. Las prostaglandinas son sustancias que se encargan de impulsar las contracciones uterinas para que ocurra el desprendimiento de su revestimiento interno. Mientras más prostaglandinas existan, mayores serán las contracciones del útero, y por tanto mayores serán los calambres a la hora de expulsar el contenido menstrual.
Es muy frecuente que los calambres fuertes se acompañen de otros malestares, como vómitos, mareos, debilidad, dolor de cabeza y diarreas. (Ver: Síntomas del período sobre los que debes saber)
Aunque el dolor provocado por los cólicos del período no es un síntoma que podamos evitar por completo, sí existen algunas medidas / remedios que nos ayudan a aliviarlos.
¿Qué puedo hacer para aliviar los calambres menstruales?
Aplicarte calor. El calor es una opción muy eficaz porque ayuda a relajar los músculos contraídos; para muchas mujeres es incluso más efectivo que los analgésicos de venta libre. Aplica calor en tu espalda y en el abdomen inferior con ayuda de una almohadilla térmica, una bolsa de agua caliente o una compresa. Deja actuar durante 15-20 minutos y enseguida notarás el alivio. Beber agua caliente también puede ayudarte.
Recibir un masaje suave. Para esto puedes pedirle ayuda a otra persona, pero también lo puedes hacer tú sola. Acostada, comienza a masajear suavemente la zona del bajo vientre. Mueve tus manos de un lado a otro, en círculos, de arriba a abajo. De ser posible, utiliza un aceite esencial con propiedades anti-inflamatorias.
Consumir jengibre. Otro buen remedio para aliviar los calambres menstruales es el jengibre. Esta raíz ayuda a reducir los niveles de prostaglandinas, alivia la fatiga, las náuseas, la inflamación e incluso puede regular el ciclo menstrual. Ralla un pequeño trozo de jengibre, hiérvelo en una taza de agua durante 5 minutos y mézclalo con jugo de limón y miel. Toma esta bebida 3 veces al día durante el período para notar los mejores resultados. De igual forma es bueno que lo agreges en tus comidas durante los días previos a la menstruación.
Beber té de manzanilla. El té de manzanilla tiene propiedades antiespasmódicas y antiinflamatorias que relajan el útero y reducen sus contracciones. Coloca una bolsa de té de manzanilla en una taza con agua hirviendo y tápala durante 10-15 minutos. Retira la bolsa de té y añádele miel y jugo de limón al gusto. Bebe este té varias veces al día para calmar tus dolores y mantenerte relajada.
Suspender la cafeína y el alcohol. La mayoría de las mujeres sienten calambres menos intensos cuando reducen su consumo de alcohol y cafeína. Si tienes calambres muy dolorosos, debes considerar la eliminación de estas sustancias. Por ejemplo puedes sustituir el café por el té negro, ya que tiene suficiente cafeína para darle un impulso a tu día, pero es mucho menos si lo comparamos con la cantidad de cafeína en el café.
Hacer ejercicio. Si haces ejercicio durante todo el mes, la intensidad de tus calambres disminuirá. Además ejercitarte cuando tienes los calambres te ayudará a relajar los músculos y aliviará el dolor. Los ejercicios de cardio, como nadar y correr, son los más útiles.
Te garantizo que si combinas varios de estos remedios con el uso de un analgésico y mantienes una alimentación saludable, comiendo abundantes frutas, vegetales, proteínas magras, y bebiendo suficiente agua, podrás sobrellevar mejor el dolor provocado por los calambres. Recuerda que en caso de dolor extremadamente fuerte, sangrado excesivo con coágulos, fiebre u otros síntomas anormales, debes consultar a un médico para asegurarte de que no existe una causa subyacente en tu aparato reproductivo.
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