Ajo, el tratamiento natural para la infección por hongos (candidiasis)

El ajo es un ingrediente de renombre que se utiliza ampliamente para curar muchas infecciones y aliviar enfermedades, gracias a sus propiedades antibacterianas, antivirales y antifúngicas. Como es de esperar, es un buen remedio para curar infecciones vaginales comunes, por ejemplo las infecciones por hongos.

Los investigadores han llegado a comparar la eficacia del ajo con medicamentos recetados, y el resultado es de hecho inimaginable. Sí, diversos estudios ​​han evidenciado que en ocasiones el ajo es aún más potente en el tratamiento de las infecciones por hongos que algunos medicamentos de buena reputación.

Ajo para la infección vaginal por hongos 

Muchos expertos admiten que la cura económica y eficaz para la infección por hongos es sin duda el rey de los ingredientes curativos, el ajo. Sus propiedades naturales ayudan a tratar la infección de manera segura y efectiva. Basta con pelar un diente de ajo y envolverlo en una gasa delgada, atando los extremos cuidadosamente con un hilo que puedas dejar colgando hacia afuera una vez que lo hayas introducido en la vagina. Se debe dejar actuando durante la noche y retirarlo en la mañana moviendo el hilo hacia fuera.

Este procedimiento es perfecto para tratar infecciones leves, cuando todavía no existen tantos síntomas. Otra variante puede ser preparar una pasta de ajo bien fina y aplicarla con los dedos dentro de la vagina, cubriendo las paredes.

Uso de ajo por vía vaginal para las infecciones graves

Si la infección es severa y persistente, entonces puedes potenciar el uso del ajo. Además de introducirlo en tu vagina, es muy importante que lo consumas como parte de tu dieta diaria. Debe estar crudo, por lo que te recomendamos tomarlo con agua como si se tratara de una pastilla, preferiblemente dos veces al día. Algunas personas incluso se sienten bien masticando uno o dos dientes de ajo. Repite estos consejos cada día hasta que comiences a notar los resultados.

Ajo para el tratamiento de la infección por hongos en los hombres

El ajo no tiene que ser un remedio casero exclusivo para mujeres, los hombres también se pueden beneficiar con sus efectos antifúngicos. Aunque es menos frecuente que en las mujeres, los hombres pueden padecer infecciones de este tipo en su área genital. El alivio que les proporciona el ajo es casi inmediato, solo se necesita frotar suavemente un diente de ajo fresco picado sobre la piel que recubre el glande, así como cualquier otra zona donde existan síntomas de picor e irritación. Los hombres que tengan acceso al aceite de ajo pueden aplicarlo, en lugar de usar el ajo crudo. También se recomienda que tomen ajo natural o lo consuman como parte de la dieta diaria.

Píldoras del ajo para curar la infección por hongos

Si no te gusta el sabor del ajo crudo, entonces puedes optar por los suplementos de ajo. Si eres una persona que no puede tolerar el sabor picante del ajo, las píldoras son una excelente manera de conseguir un consumo regular de ajo y combatir las infecciones por hongos con eficacia. Son relativamente baratas y están disponibles en todas las  tiendas y farmacias principales. Generalmente la dosis depende de la gravedad y extensión de la infección. Puedes tomar 6-9 cápsulas en un día y cuando los síntomas se hayan reducido considerablemente puedes reducir su consumo. Entonces puedes comenzar a tomar de 2 a 3 cápsulas al día y continuar con el tratamiento hasta que la infección desaparezca por completo.

Los resultados de cualquier remedio siempre son mejores cuando la infecc
ión ha sido identificada en fases tempranas de su desarrollo. De esa forma logramos un mayor éxito y efectividad. Ningún tratamiento antifúngico, ya sea natural o farmacológico, es completamente exitoso si no se siguen algunas reglas básicas para mantener a los hongos bajo control. Es importante mantener una higiene genital adecuada, no abusar de los productos higiénicos demasiado perfumados, no tener relaciones sexuales hasta que la infección haya desaparecido, evitar el consumo de alimentos ricos en azúcares y harinas refinadas, y no usar tejidos sintéticos ni ropas muy ajustadas.