¿Cómo saber si el flujo vaginal es normal ?

El flujo blanco normal ayuda a mantener la vagina limpia, lubricada y libre de gérmenes e infecciones, pero si cambia de color o huele de forma anormal, podría indicar un problema de salud. Prestar atención a tu flujo vaginal forma parte del auto-cuidado inteligente, sin embargo necesitas saber qué es lo normal y qué no lo es.

Es importante tener en cuenta que el ciclo menstrual puede influir en el tipo de flujo vaginal que se presenta en cualquier día específicamente y durante el embarazo también será diferente.

El flujo vaginal durante el ciclo menstrual

Todas las mujeres producen secreción vaginal durante sus años fértiles, a partir de un año o dos antes de la pubertad hasta después de la menopausia. Sin embargo, el color y el grosor de la secreción vaginal pueden variar durante el ciclo menstrual, dependiendo de los niveles de estrógenos circulantes en el cuerpo.

Después de termina el período, la mujer tendrá una secreción espesa y blanca, pero alrededor de 14 días después de terminar el período, en la etapa de ovulación, el flujo vaginal se volverá claro, acuoso y tan elástico que podrá formar hebras delgadas. Cuando el ovario libera un óvulo en la mitad del ciclo menstrual, el cuerpo también aumenta la producción de flujo vaginal. Los médicos opinan que es común tener 30 veces más flujo vaginal en la mitad del ciclo menstrual y que esta humedad es una señal de que estás ovulando.

Después de la mitad de tu ciclo menstrual, el flujo vaginal comenzará a espesarse. Cuando llegue al final del ciclo, cerca de iniciarse el período, aparecerá de nuevo un flujo blanco. No hay nada que puedas hacer para reducir la cantidad de flujo vaginal o cambiar su consistencia, y en este caso no lo querrías de todos modos, ya que ese flujo vaginal es la forma en que tu cuerpo se deshace de las bacterias.

Flujo vaginal durante el embarazo

El mismo flujo blanco que se presenta al principio de tu ciclo menstrual continuará una vez que estés embarazada. ¿Cuál es el cambio entonces? Simplemente aumentará la cantidad de él. Debido a un mayor flujo de sangre hacia la vagina y un aumento en la producción de estrógenos, el flujo vaginal durante el embarazo será abundante. Es posible que la mujer desee llevar un protector diario para evitar la humedad en su ropa.

Este aumento en la secreción vaginal se mantendrá hasta la llegada del bebé. Unas semanas antes de la fecha de parto, es posible que surja otro aumento en la cantidad de flujo vaginal, con una consistencia más espesa. Esto se debe a que el tapón mucoso, que cierra la pequeña abertura del cuello uterino, se desprende como parte de la preparación para el parto. El líquido amniótico también puede filtrarse de manera constante, en pequeñas cantidades, ya que tu cuerpo se prepara para el nacimiento. Pero si hay un chorro repentino de líquido, debes acudir al hospital de inmediato. Esto significa que la fuente se rompió y darás a luz pronto.

Si todavía no tienes las 37 semanas de embarazo, llama al médico de inmediato en caso de notar un aumento repentino o un cambio en el color del flujo, especialmente si se tiñe de sangre. Esto podría ser una señal de parto prematuro.

¿Cuándo el flujo vaginal no es normal?

Aunque el flujo vaginal es normal la mayor parte del tiempo, en algunos casos, puede indicar una infección. Como ya se ha dicho, el flujo normal es transparente o blanco y no huele mal. Debes preocuparte si tu flujo vaginal es de color amarillo, gris o verde, tiene una textura grumosa parecida al requesón o tiene un olor anormal. La presencia de una secreción vaginal anormal podría indicar una de estas condiciones:

• Vaginosis. El flujo vaginal que es de color amarillo, verde o gris, con olor a pescado podría indicar la vaginosis bacteriana.
• La infección por levaduras. Una descarga blanca que parece queso cottage es el signo principal de una infección por levaduras. Probablemente también surja un picor intenso y algo de hinchazón alrededor de la vulva.
• La tricomoniasis. El flujo vaginal que emite un olor fuerte, desagradable parecido al de los huevos podridos es generalmente un signo de la enfermedad de transmisión sexual (ETS) tricomoniasis. El flujo vaginal también puede ser espumoso.
• La clamidia o gonorrea. Si no estás embarazada o en medio de tu ciclo menstrual, un aumento repentino en la cantidad de flujo vaginal puede ser un síntoma de una de estas enfermedades de transmisión sexual. La clamidia y la gonorrea también pueden causar una sensación de ardor al orinar.

Un médico debe evaluar cualquiera de estos cambios en el flujo vaginal. Las infecciones vaginales, incluyendo las enfermedades de transmisión sexual, suelen ser tratables. Para evitar el flujo vaginal poco saludable se puede mantener el área genital limpia y seca, evitar las duchas vaginales, usar siempre condones durante las relaciones sexuales y mantenerse alejado de los productos de higiene femenina, jabones perfumados y tampones o toallas perfumadas. La buena higiene y la práctica de sexo seguro son las mejores maneras de mantener tu flujo vaginal normal y saludable.