El olor vaginal es normal en las mujeres, ya que el órgano reproductor femenino tiene su olor natural y neutral. El olor vaginal se convierte en un problema cuando se vuelve demasiado desagradable, fuerte o cuando se desarrolla un olor a pescado característico, similar al olor de la orina seca. Las consecuencias del mal olor vaginal no son sólo físicas, dado que generalmente es síntoma de una infección genital u otros problemas ginecológicos graves, también puede afectar otros aspectos de la vida de la mujer, con consecuencias mentales y emocionales, como el estrés, los cambios de humor frecuentes o la disfunción social como resultado de la vergüenza.
Cómo tus hábitos pueden afectar el olor vaginal
Como se mencionó anteriormente, hay un olor vaginal normal, pues la vagina es una membrana mucosa y sus secreciones suelen tener un olor característico, sin embargo ciertos hábitos pueden influir en que el olor pase de neutral a acre.
Uno de los hábitos más comunes es la falta de buenas prácticas de higiene. Bañarse regularmente es importante, ya que tiende a limpiar el cuerpo como un todo. Incluso si la mujer se lava el área vaginal, el olor corporal desagradable puede hacer que la vagina huela más fuerte. Se recomienda usar un jabón suave, sin mucho perfume, junto con el agua limpia para eliminar el sudor seco, la piel muerta y el exceso de humedad.
Las duchas vaginales o el lavado del interior de la vagina pueden ser una práctica común para mantener el área genital limpia, pero no son útiles para controlar el olor vaginal, ya que tienden a alterar la flora normal de la zona reproductiva y pueden empeorar las cosas.
La preferencia por la ropa de nylon, lana y otros materiales que no absorben la humedad, puede hacer que el olor vaginal empeore por la transpiración. El uso del cuero y ropa sintética limitan la ventilación alrededor de dicha zona, así que en vez de permitir que el aire circule, el olor se acumula y se agrava.
El uso inadecuado de tampones, protectores diarios y toallas sanitarias son también causas de los olores vaginales desagradables. Estos materiales se utilizan comúnmente cuando la mujer está experimentando su periodo mensual, sin embargo, algunas mujeres olvidan que están usando una almohadilla o que todavía tienen el tampón en la vagina, y esto provoca un olor vaginal fétido, especialmente cuando la sangre ya se ha secado.
Aparte de la higiene y el cuidado personal, hay otros hábitos de salud que pueden influir en el olor vaginal. Una dieta alta en carnes rojas, alimentos picantes y productos lácteos puede hacer que no sólo las heces y el cuerpo huelan mal, también puede provocar una vagina maloliente.
La falta de ejercicio y estilo de vida sedentario causan el aumento de peso y la obesidad, factores que pueden afectar el olor vaginal, pues la grasa limita la ventilación y crea un puerto para la recogida de sudor, aceites esenciales de la piel y otros tipos de humedad, que cuando se secan y se acumulan provocan un olor desagradable.
Cambia tu estilo de vida, cambia tu olor vaginal
Limpieza. Algunas mujeres piensan en la limpieza de los genitales centrándose en el área genital exclusivamente, creen que el olor puede ser controlado con el lavado vaginal, aun si no se toma un baño. Sin embargo, las duchas vaginales pueden causar más daño que ayuda en este sentido porque el agua tiende a irritar la zona vaginal, alterar la flora bacteriana natural e incluso crear un entorno adecuado para el crecimiento excesivo de los hongos. De hecho pueden alterar la acidez de la vagina y la capacidad de la membrana para resistir el crecimiento de organismos patógenos externos.
La manera de lavarse el área vaginal también puede influir en su olor, ya que si se hace incorrectamente, de tal manera que la materia fecal pase de la región anal a la zona vaginal, se provoca no sólo la infección vaginal, posiblemente la infección del tracto urinario también.
No se recomienda el abuso de productos de limpieza como los aerosoles vaginales, desodorantes femeninos y lavados perfumados, debido a que pueden causar irritación en la piel alrededor de la zona genital y el canal vaginal.
Ropa. Un cambio en la forma de vestir puede evitar tener un mal olor vaginal. Hay que darle prioridad a las piezas que sean holgadas, capaces de absorber la humedad y no limiten la ventilación. Además se recomienda el uso de ropa interior de algodón, que no quede demasiado ajustada y que sea lavada con regularidad.
Dieta. Una dieta que influya potencialmente en el olor vaginal y lo haga más desagradable puede ser cambiada siguiendo ciertos consejos. Las especias fuertes como el ajo, la cebolla, el pimentón y el ají provocan un aumento de la cantidad de sudor en el cuerpo y hacen que el olor vaginal varíe. La carne, los productos lácteos y el alcohol producen más sustancias nitrogenadas que favorecen el mal olor. Los alimentos que son altos en azúcar, tales como panes, pasteles y tortas, y el café también deben ser limitados, ya que estos constituyen el alimento para las bacterias y hongos, creando condiciones que promueven el olor fuerte.
Los alimentos que se han mencionado anteriormente no deben evitarse por completo, sino que deben consumirse en cantidades limitadas. Las hortalizas y frutas, en particular los cítricos que tienen un aroma fresco y vigorizante, suavizan el olor y controlan el nivel de pH vaginal.
Relaciones sexuales. El uso de los condones, especialmente al tener una relación sexual casual, puede prevenir la transmisión de determinadas enfermedades.
Resumen
El mal olor vaginal es un problema para muchas mujeres, pero resolverlo no es tan complicado y mucho menos, imposible. A veces, los mejores remedios para el olor vaginal anormal se pueden encontrar en el hogar, con la modificación de las prácticas menos saludables.