Puede que hayas oído decir; “todo el mundo tiene Candida, no es la gran cosa”. Bienvenido al mundo de los conceptos erróneos sobre la Candida. Me gustaría ofrecerte esta información basada en mis 27 años de experiencia como naturópata para ayudarte a entender qué es la Candida y por qué no debe tomarse a la ligera.
Es cierto que todo el mundo tiene Candida, es un hongo que naturalmente vive en nuestro cuerpo junto con otros organismos, incluyendo a las bacterias. Cuando tu cuerpo y sistema inmunológico son saludables, y existe un equilibrio armonioso entre estos organismos, la Candida no es un problema. Las «buenas bacterias» se alimentan del hongo Candida y son capaces de mantenerlo bajo control.
Sin embargo, si tu salud o inmunidad general se ven comprometidas y este equilibrio natural se interrumpe, la Candida puede crecer fuera de control y causar una infección, que con el tiempo te puede hacer sentir muy enfermo. Es entonces cuando se puede convertir en un «gran problema» con consecuencias potencialmente graves y costosas.
De las más de 150 especies de Candida, 6 están frecuentemente asociadas con las infecciones humanas:
1-. Candida Albicans
Esta es la especie que más comúnmente causa infecciones por hongos, responsable de aproximadamente el 50% de todas las ocurrencias de candidiasis y el 90% de las ocurrencias de candiasis vaginal. La candida albicans es de naturaleza oportunista, por lo que si tu sistema inmunológico se ve comprometido, o tu población de «bacterias buenas» se reduce debido a los antibióticos, los altos niveles de estrés, la ingesta excesiva de carbohidratos «malos» o un desequilibrio hormonal, la Candida albicans aprovechará la oportunidad para multiplicarse, causando estragos en varias partes de su cuerpo.
Existen varios tratamientos para reducir el crecimiento excesivo de la Candida albicans, incluyendo medicamentos antimicóticos, recetados y sin receta, suplementos a base de hierbas, remedios naturales, cambios dietéticos y de estilo de vida saludables.
2-. Candida Tropicalis
La segunda especie más común, Candida tropicalis, se cree que es responsable de hasta el 30% de las infecciones de Candida en la sangre (candidaemia). El crecimiento excesivo suele ocurrir en el tracto gastrointestinal y en la piel de las personas con diabetes mellitus, leucemias y linfomas, causando una serie de problemas incluyendo diarrea, gases excesivos, calambres estomacales y irritaciones de la piel; picazón incesante, erupciones eczematosas y urticaria. La Candida tropicalis también puede causar candidiasis vaginal sintomática, caracterizada picazón vaginal intensa, secreción acuosa anormal, dolor al orinar, enrojecimiento e hinchazón de los genitales externos.
3-. Candida Glabrata
Con el aumento del uso de agentes inmunosupresores, las infecciones mucosas y sistémicas causadas por Candida glabrata han aumentado significativamente en los últimos años, según las estadísticas, está involucrada en el 10-30 por ciento de las infecciones de por hongos. La Candida glabrata puede causar candidiasis oral, que se presenta como lesiones de color blanco-cremoso ligeramente abultadas en la boca.
4-. Candida Parapsilosis
La candida parapsilosis se cree que está involucrada en hasta el 30 por ciento de las infecciones por Candida, especialmente las infecciones de las uñas y tejidos, y en la fungemia (infección por hongos de la sangre). La candida parapsilosis puede causar síntomas severos, similares a la gripe, fatiga crónica e infecciones sistémicas. Su alta resistencia a los antimicrobianos está causando preocupación en los hospitales, principalmente en Europa.
5-. Candida Krusei
Una especie rara, la Candida krusei representa aproximadamente el 1% de las candidiasis, y suele asociarse con diarrea infantil y, a veces, con candidiasis sistémica. Aunque es resistente al Fluconazol, la Candida krusei puede ser tratada con éxito con otros medicamentos antifúngicos, incluyendo el Amphotericin B. además de un régimen holístico.
6-. Candida Lusitaniae
Otra especie rara, responsable de alrededor del 1% de las infecciones por Candida. La Candida lusitaniae se ha relacionado con varios casos de infecciones de la sangre o candidemia, así como con la candidiasis sistémica, incluyendo sepsis y pielonefritis, una infección renal potencialmente grave. El fluconazol es una opción apropiada como tratamiento de primera línea para la Candida lusitaniae, combinado con modificaciones dietéticas y de estilo de vida.
La realidad es que tratar con éxito una infección por hongos o candidiasis no es tan fácil, especialmente una vez que avanza a un nivel crónico, por lo que el diagnóstico y tratamiento precoz siempre será la mejor opción.