La cantidad de descargas vaginales acuosas puede ser afectada por los medicamentos que una mujer toma. Por ejemplo, normalmente los esteroides y las píldoras anticonceptivas hacen que las secreciones disminuyan su espesor.
Siempre y cuando este flujo vaginal no vaya acompañado de olor, no hay nada de qué preocuparse, sin embargo, todo no es tan simple. No sólo las drogas conducen a los cambios en las descargas acuosas, sino también una serie de infecciones graves. Si la secreción se vuelve muy espesa y toma una textura similar al queso, debe ser controlada por un profesional para asegurarse de si la mujer sufre de infecciones o no. Estas siempre suelen provocar otros síntomas como ardor, picor y dolor en la vagina. Un ginecólogo puede prescribir un tratamiento de antibióticos para tratar cada padecimiento eficazmente.
La tricomoniasis puede hacer que las secreciones vaginales se vuelvan más acuosas de lo normal. Esto es provocado por bacterias que penetran en la vagina después del contacto sexual. A pesar de que es muy difícil de curar, es posible lograrlo si la mujer sigue con responsabilidad la prescripción del médico.
Por último, la vaginitis bacteriana conduce a cambios en las secreciones vaginales acuosas. A juzgar por los síntomas acompañados, esta infección es menos grave, pero, cuando se deja sin tratamiento, puede conducir a graves consecuencias.