La manera natural que tiene el sistema reproductivo femenino de mantenerse en un estado óptimo, es gracias a la segregación de una mucosidad que regula el nivel de pH, el cual limpia la zona eliminando células muertas y previene las infecciones. Este flujo tiene ciertas características que reflejan el estado de salud; el olor, la consistencia y la coloración pueden mostrar señales de que algo está pasando en tu organismo. Estos cambios, alteraciones o perturbaciones de tu fisionomía suelen estar acompañados por otros síntomas y su presencia puede resultar esclarecedora. Es el caso del retraso menstrual y el flujo rosado, dos síntomas que pudieran estar señalando cambios importantes en tu cuerpo.
El retraso menstrual puede ser provocado por varias razones; el estrés severo y altos niveles de ansiedad, cambios de peso drásticos, trastornos alimenticios como la bulimia, la practica rigurosa de actividad física, condiciones como quistes ováricos, alteraciones hormonales como el hipotiroidismo, y por supuesto el embarazo.
El flujo rosado no es más que la mixtura de la mucosidad intravaginal con pequeñas cantidades de sangre y puede estar relacionado con algunas infecciones, pequeños traumas, las alteraciones hormonales que provoca el uso de métodos anticonceptivos o con el sangramiento que se produce cuando se implanta el óvulo fertilizado en el útero, es decir en las primeras etapas del embarazo.
Presentar un retraso en la menstruación y flujo vaginal color rosado, podría sugerir la posibilidad de que estás embarazada, más si has tenido sexo sin protección. Sin embargo, aunque estos síntomas podrían apuntar a que estás en estado de gravidez, deberías evidenciar otras señales como náuseas, mareos, fatiga, entre otros. Si presentas un retraso que supera los 10 días y sospechas que puedas estar embarazada, acude a tu ginecólogo a la brevedad posible a fin de confirmar o descartar esta posibilidad.
En el caso de que el embarazo quede descartado como causa del retraso menstrual y flujo rosado, debes consultar con tu médico ginecólogo para que te realice una evaluación completa y pueda brindarte atención adecuada y asesoramiento. Seguramente te indicará la realización de pruebas de laboratorio, hematología, ecografía, pruebas de la función tiroidea y otros, para poder determinar un diagnóstico certero y te pueda prescribir el tratamiento oportuno.