La mayoría de las mujeres tienen flujo vaginal en momentos diferentes a lo largo de su ciclo. Durante la ovulación, es normal tener un flujo abundante, transparente o blanquecino. Pero la cuestión que abordaremos aquí es precisamente el flujo vaginal que aparece después de la ovulación, algo que muchas mujeres asocian con el embarazo.
El mito del flujo vaginal ausente
Existe el mito de que las mujeres no producen flujo vaginal después de la ovulación. Esto simplemente no es verdad. El hecho de que no haya secreción no significa que la producción de moco haya cesado. La razón por la que muchas mujeres no experimentan flujo vaginal después de la ovulación es porque el moco cervical fértil (que tiene como función proteger al esperma de la acidez vaginal) ya no es necesario y puede desaparecer. Sin embargo, no siempre desaparece. Algunas mujeres pueden tener flujo cervical constantemente, con o sin descarga vaginal.
Mientras algunas mujeres pueden no experimentar flujo después de la ovulación, otras pueden tener un flujo cremoso o pegajoso durante algunos días. La cantidad y la consistencia pueden ser influenciadas por el consumo de agua, las hormonas, el ejercicio, alguna enfermedad, la medicación y la dieta.
¿Cuánto flujo vaginal es normal?
Alrededor de una cucharadita por día se considera normal. Esto puede variar, pero la mayor preocupación por lo general son los cambios en el olor, consistencia y color de la descarga.
¿Tener más flujo después de la ovulación es un signo de embarazo?
Puede ser. En los primeros días del embarazo el moco cervical comienza a acumularse alrededor de la abertura del cuello uterino, actuando como un tapón o barrera para ayudar a proteger al futuro bebé mientras se desarrolla. Debido al exceso de moco, la mujer puede notar algo de flujo vaginal adicional.
Cuando se logra el embarazo también hay altos niveles de progesterona. El aumento de la progesterona causa mayor lubricación y por tanto habrá un exceso de secreción vaginal.
Sin embargo, esto puede no tener nada que ver con el embarazo y en su lugar puede estar relacionado con otras cosas, como los cambios hormonales o cambios en la dieta.
Algunas mujeres que toman la píldora anticonceptiva, también pueden experimentar aumento de la secreción vaginal debido a la hormona progesterona que se encuentra en la píldora. Las mujeres que experimentan flujo vaginal continuamente después de la ovulación mientras toman la píldora, pueden considerar cambiarse a un método de control de la natalidad sin hormonas.
Flujo marrón después de la ovulación
Las mujeres a menudo experimentan una descarga marrón después de su período, pero suelen preocuparse si notan manchas después de la ovulación. A veces puede indicar simplemente que algunos restos antiguos de sangre se han mezclado con el flujo normal.
Ahora bien, un manchado marrón también puede ser un signo de embarazo. Esto se conoce como sangrado de implantación. Este sangrado ocurre generalmente alrededor de 6-12 días después de la ovulación y se debe a la implantación del óvulo fecundado dentro del útero. Sin embargo, no todas las mujeres experimentan este suceso. De hecho, se ha demostrado que sólo un tercio de las mujeres embarazadas informan este tipo de descarga antes del embarazo.
Otras causas del flujo vaginal después de la ovulación
Si notas que el flujo se acompaña de otros síntomas como ardor, picazón, color extraño o mal olor, entonces puede ser un signo de infección, no de embarazo.
Algunas mujeres creen que si su descarga es de color amarillento, significa que el embarazo no tuvo lugar. Este es otro mito, ciertamente no es cierto. Cualquier cambio de color en la descarga por lo general indica que algo anda mal.
En las mujeres sexualmente activas, es común que una enfermedad de transmisión sexual (ETS) provoque flujo vaginal en cualquier punto de su ciclo. Si la descarga cambia en textura, color, olor o cantidad, entonces es importante visitar al médico para un examen ginecológico. Las enfermedades de transmisión sexual más comunes que afectan al flujo vaginal incluyen la gonorrea, la clamidia y la tricomoniasis, que también provocan mal olor, picazón, dolor durante la micción, inflamación de la vagina, entre otros síntomas molestos.
La vaginosis bacteriana también puede causar un exceso de descarga vaginal, que puede ser de color blanquecino, grisáceo o amarillento. Este tipo de descarga tiene un olor nauseabundo, como a pescado, debido a las bacterias y es más evidente después de las relaciones sexuales o el lavado con jabón.
Las infecciones vaginales por levaduras son la causa más común del flujo antes, durante y después de la ovulación. Estas infecciones casi siempre son causadas por el hongo llamado Candida. La descarga suele ser de color blanco y tiene un aspecto como requesón por su textura gruesa y grumosa. Los síntomas que pueden acompañar al flujo anormal son dolor durante el coito, picazón y ardor.
Finalmente, es importante observar el flujo vaginal en todo momento. Al ser conscientes de lo que es normal, es más fácil detectar lo que es anormal. Recuerda que la cantidad de flujo y su consistencia pueden cambiar de mes a mes en una misma mujer y en la mayoría de los casos no es un motivo de preocupación ni una señal de embarazo.