Cambios en el moco cervical durante las primeras etapas del embarazo. Signos de embarazo

El embarazo es una alteración compleja y gradual para el organismo femenino, quien recibe respuesta de todos los sistemas. Tales signos de embarazo, como el retraso de la menstruación, el malestar, la necesidad frecuente de orinar, la hinchazón de los senos, etc., se observan en las primeras etapas. La apariencia del moco cervical también sufre ciertas modificaciones, indicando la presencia de un embarazo.

El moco cervical durante el embarazo

Normalmente el moco producido por las glándulas de la mucosa del cuello uterino, es transparente o blanquecino y no tiene ningún olor. La intensidad y el contenido bioquímico de dichas secreciones están regulados por las hormonas sexuales estrógeno y progesterona. Las distintas fases que experimenta el moco cervical están relacionadas con el ciclo menstrual. Las 6 etapas de este proceso pueden resumirse en:

1. Cantidad mínima de moco cervical o «días secos»: coincide con la fase folicular del ciclo, cuando todos los recursos del sistema están destinados a la maduración del óvulo.
2. Descarga gruesa: este tipo de moco aún no es adecuado para la concepción.
3. Moco cervical suave y cremoso:  ​​el nivel de estrógenos aumenta.
4. Secreción acuosa y profusa: el pico de esta fase precede a la ovulación y por lo tanto se recomienda abstenerse de las relaciones sexuales desprotegidas si no desea quedar embarazada.
5. Moco cervical similar a una clara de huevo: es provocado por un nivel máximo de estrógenos.
6. Secreción espesa y blanquecina: se observa hasta la siguiente menstruación.

Las fases de  la 3-5 están reguladas por los estrógenos, mientras la sexta fase es exclusivamente influenciada por la progesterona. Esto se puede confirmar a través de una prueba de laboratorio, que implica el secado del moco cervical sobre un portaobjetos de vidrio para examinarlo bajo el microscopio. Una vez secado, el moco del «estrógeno» (fértil) se forma un patrón similar a una hoja. A diferencia de este, el moco cervical determinado por la progesterona se cristaliza parcialmente (en fragmentos) y no se llega a formar una imagen. Esto se debe a que bajo la influencia de la progesterona, el contenido de ácido en el moco se reduce rápidamente. Durante el embarazo la descarga semejante a una clara de huevo cruda permanece abundante durante un período más largo de lo habitual, ya que el nivel de estrógeno sigue siendo bastante alto. Además, después de la formación de un tapón mucoso en el cuello uterino, el moco se espesa, adquiriendo una apariencia típica del moco determinado por la progesterona. De este modo, los cambios de fase son típicos en las primeras etapas del embarazo.

Retraso del período menstrual

La concepción interrumpe naturalmente el ciclo menstrual regular y por tanto, el período no se inicia cuando debería hacerlo. La presencia de una descarga vaginal con sangre poco antes del período previsto, generalmente sólo indica un sangrado de implantación. Esta es una pequeña cantidad de sangre producida por los vasos uterinos del revestimiento mucoso, que son afectados durante la implantación del óvulo. Las pruebas de embarazo modernas se pueden realizar en casa incluso en el primer día de retraso, aunque es aconsejable esperar unos días para obtener resultados más fiables. Además de la concepción, puede haber otras causas para la demora, como el estrés, la pérdida rápida de peso, trastornos hormonales, entre otras.

Malestares y cambios en el sistema intestinal

La alteración del gusto, náuseas e incluso vómitos son los síntomas tempranos clásicos del embarazo. Muy a menudo, estos síntomas aparecen en la primera parte del día y desaparecen en unas pocas horas. Normalmente comienzan aproximadamente en la sexta semana y desaparecen espontáneamente entre las 6-12 semanas. Según se ha explicado, esto es una respuesta del organismo ante el aumento en los niveles de estrógeno y progesterona, así como la sensibilidad intensificada de la gonadotropina coriónica humana (HCG).

Respuesta del sistema urogenital

La ampliación del útero durante el primer trimestre crea una mayor presión sobre la vejiga urinaria, que a su vez provoca micción frecuente. Con el progreso del embarazo, la periodicidad de la micción puede normalizarse debido a que el útero se mueve hacia arriba, a la cavidad abdominal. Los mismos síntomas reaparecen en la fase final del embarazo debido al descenso de la cabeza del feto y la presión repetida sobre la vejiga urinaria.

Modificación de las glándulas mamarias

El aumento y la intensificación de la sensibilidad en los senos es un signo típico del embarazo temprano. En algunos casos, la respuesta de las glándulas mamarias puede ser incluso dolorosa. Este síntoma adaptativo es más característico de las mamás primerizas. Algunas mujeres pueden observar una secreción transparente en sus pezones, lo que constituye una de las etapas de preparación para la lactancia. Sin embargo, este síntoma no necesariamente da testimonio de una mayor intensidad en la producción de leche. O sea, no todas las mujeres que tienen una lactancia suficiente, observan este síntoma y no todas las mujeres que sí tuvieron la secreción del pezón, producen mucha leche en el futuro.

Los síntomas cutáneos

Las mujeres embarazadas, por regla general, observan un aumento de la pigmentación en la zona mamaria (areolas). En algunos casos, la línea abdominal central también adquiere una coloración oscura, desde el inicio del pubis hasta unirse con el ombligo. Además, el rápido crecimiento de la circunferencia abdominal es a menudo la causa para la formación de estrías. Tanto la aparición de las estrías como la hiperpigmentación dependen de las características individuales de la estructura de la piel.

Síntomas absolutos

Para asegurarse de que se está embarazada es necesario consultar a un médico, quien será capaz de determinar los signos clínicos indiscutibles del embarazo. Entre ellos se destacan:

• Cambios en el color (oscurecimiento) de la mucosa vaginal y cervical
• Identificación de los latidos del corazón del embrión
• Presencia del feto observada en una ecografía

Además, el ginecólogo puede analizar las secreciones vaginales, con el fin de detectar alteraciones en el moco cervical que señalen la presencia del embarazo.

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