Para muchas mujeres que han padecido de vaginosis bacteriana (VB), la idea de experimentarla más de una vez puede parecer una pesadilla, y sin duda lo es. No solo es una condición molesta y embarazosa, sino que también aumenta el riesgo de contraer o desarrollar otras complicaciones. En este artículo estaremos hablando sobre las causas más comunes de la vaginosis bacteriana recurrente, y qué puedes hacer para evitarla.
La vaginosis bacteriana recurrente: causas comunes
¿Te has preguntado por qué la vaginosis bacteriana regresa un tiempo después de someterte al tratamiento con antibióticos, incluso con más fuerza que antes? Para hablar sobre este asunto, debemos partir de que la VB se produce cuando las bacterias saludables, que normalmente viven en la vagina (Lactobacillus), son superadas en número por bacterias dañinas como la Gardnerella vaginalis. Este desequilibrio puede ocurrir como resultado de varios factores, y si no se corrigen a tiempo, la condición puede ser difícil de erradicar.
Irónicamente, el tratamiento con antibióticos es una de las causas que provoca vaginosis bacteriana recurrente. Estos medicamentos actúan al eliminar la proliferación de bacterias patógenas, sin embargo también afectan la población de las bacterias buenas. Los síntomas desaparecen durante un tiempo haciendo creer que ya nos hemos curado, pero lo cierto es que nuestra vagina ha perdido su mecanismo natural de defensa y ha vuelto a quedar expuesta al aumento de las bacterias dañinas. Lo más común es que después de varias semanas este desequilibrio siga incrementándose y finalmente, vuelvan a reaparecer los síntomas de la vaginosis bacteriana.
Ante esta situación lo normal es que la mujer retome el tratamiento con antibióticos nuevamente, pero en lugar de curarse solo consigue entrar en un ciclo sin fin, que alterna entre el alivio y la recurrencia del problema.
En ocasiones la vaginosis bacteriana puede desaparecer de forma temporal sin que la mujer haya seguido un tratamiento, pero las bacterias vuelven a proliferar y los síntomas reaparecen cuando menos se lo espera. Cuando esto es pasado por alto y no se busca una solución, la Gardnerella toma el control y la infección se torna crónica.
Otro error muy común es pensar que el aseo constante de la zona íntima va a eliminar los síntomas. Ni el flujo abundante, ni el mal olor a pescado ni la irritación van a desaparecer si comienzas a lavar tu vagina constantemente con productos perfumados. Al contrario, esto alterará mucho más los niveles de pH vaginal y favorecerá el desequilibrio bacteriano. La higiene adecuada es un paso importante para evitar la vaginosis bacteriana recurrente y otras infecciones comunes, como la candidiasis vaginal.
Por otra parte, las mujeres que han tenido vaginosis bacteriana, y que cambian frecuentemente de pareja sexual, son más propensas a las recurrencias. Aunque esta infección no es una ETS, las relaciones sexuales desprotegidas con diferentes parejas puede afectar la flora normal de la vagina.
Vaginosis bacteriana recurrente: ¿qué puedes hacer?
Deshacerse de la vaginosis bacteriana de forma permanente no se trata sólo de curar la condición y eliminar los síntomas. Es importante restablecer las condiciones necesarias para que tu vagina vuelva a ser un medio saludable, en el que puedan prosperar las bacterias protectoras.
Si ya has probado varios tratamientos antibióticos y no ves los resultados esperados, opta por el tratamiento alternativo con ingredientes caseros. Estos pueden controlar el sobre-crecimiento de las bacterias malas y favorecer el aumento de las buenas al mismo tiempo. Como en todo, la constancia y la disciplina van a ser tus mejores aliados.
Comienza a cuidar tu estilo de vida. Cuando la vaginosis bacteriana es un problema recurrente en tu vida debes prestar atención a lo que comes, a la ropa que usas, a los productos de higiene femenina, etc. Te recomiendo consumir alimentos ricos en probióticos o suplementos que incluyan cepas de lactobacilos; el yogurt natural sin azúcares ni aditivos es un alimento excelente en estos casos. Evita el uso frecuente de jabones y desodorantes femeninos que sean muy perfumados; lava tu zona íntima con agua fresca y un jabón suave / neutro, 1-2 veces al día. Aléjate de las duchas vaginales.
Evita las relaciones sexuales hasta estar segura de haberte curado. No importa que tus síntomas hayan desaparecido, siempre debes terminar bien el tratamiento y esperar un tiempo prudencial para observar si las molestias reaparecen. No querrás interrumpir el proceso de recuperación de las bacterias amistosas. Así mismo, evita el cambio frecuente de pareja sexual, evita el uso de juguetes sexuales y utiliza siempre el condón.
Por último, nunca te automediques con fármacos orales ni óvulos vaginales que han sido diseñados para otro tipo de infección. Muchas mujeres sufren de vaginosis bacteriana recurrente porque se automedican con tratamientos antifúngicos, cuando en realidad el problema no es causado por hongos. Ante la duda, lo mejor es consultar al médico para obtener una opinión más confiable.