¿Qué causa la vaginosis bacteriana?

En pocas palabras, la vaginosis bacteriana es una condición vaginal común que ocurre debido al crecimiento excesivo de bacterias anaerobias. Normalmente la vagina alberga una población natural de bacterias y otros microorganismos, los cuales conviven en equilibrio sin llegar a causar problemas. De hecho, la presencia de bacterias como los lactobacilos es fundamental para mantener la buena salud vaginal, ya que ayuda a mantener los niveles adecuados de pH y evitan la proliferación de bacterias perjudiciales.

Eso es lo que sucede bajo condiciones normales, ¿pero qué ocurre cuando se rompe el equilibrio bacteriano? Sigue leyendo a continuación para conocer cuáles son los agentes desencadenantes de la vaginosis bacteriana, así como otros aspectos de interés sobre esta infección.

Causas de la vaginosis bacteriana

En la vagina normalmente coexisten dos tipos principales de bacterias, las bacterias anaeróbicas o patógenas (crecen en ausencia de oxígeno) y los lactobacilos o bacterias buenas. Sin embargo, el equilibrio que existe entre ambas poblaciones es muy delicado y puede perderse fácilmente. La reducción en la producción normal de peróxido de hidrógeno y la pérdida de la acidez natural de la vagina son dos detonantes típicos para que las bacterias malas comiencen a proliferar, tomen el control y se desarrolle la vaginosis bacteriana. Cuando el nivel de pH aumenta sobre los 4.5, las bacterias anaeróbicas se multiplican y los lactobacilos comienzan a morir.

Esto nos lleva a analizar qué factores pueden influir para que se altere el pH vaginal y aumente el número de bacterias patógenas, es decir, qué factores desencadenan la vaginosis en primer lugar.

Una de las causas más comunes de la vaginosis bacteriana es la higiene inadecuada, especialmente después de una evacuación intestinal. La forma correcta de lavar o limpiar la zona vaginal / genital va de alante hacia atrás para evitar que las bacterias de la región anal pasen a la abertura vaginal y aumente el número de bacterias malas. Si se hace el movimiento contrario, o sea, de atrás hacia adelante (desde el ano a la vagina), podríamos estar transfiriendo las bacterias o peor, residuos fecales, hacia la vagina. Es importante que las madres le expliquen y le enseñen este hábito a sus hijas desde pequeñas. (Ver: La higiene como una vía de prevención)

Así mismo el uso excesivo de productos de higiene muy perfumados, los baños de burbujas y las duchas vaginales frecuentes pueden perturbar el equilibrio bacteriano normal y causar infecciones vaginales, no solo la vaginosis bacteriana, sino también las infecciones por hongos. Muchas mujeres piensan que mientras más laven su zona íntima y el interior de la vagina, más limpias y saludables estarán, pero esto es un error; de hecho, la higiene excesiva es una causa común de alteraciones en el flujo, el pH y la flora vaginal.

El uso regular de antibióticos es otro desencadenante de la vaginoisis bacteriana; incluso un único curso de tratamiento puede causar esta condición si la mujer tiene su sistema inmune debilitado. Los antibióticos funcionan al eliminar los gérmenes infecciosos, pero no pueden distinguir entre bacterias buenas y malas, por tanto terminan perjudicando el número de bacterias beneficiosas que se necesitan para mantener la vagina sana. (Lectura recomendada: Los antibióticos y la vaginosis bacteriana: ¿cuál es la conexión?)

La vaginosis bacteriana no es una ETS, una mujer que nunca haya tenido relaciones sexuales también puede desarrollarla. Sin embargo, esta infección es más común en mujeres sexualmente activas, sobre todo cuando se mantienen relaciones íntimas con diferentes parejas, en poco tiempo. El cambio frecuente de pareja sexual hace que la población normal de bacterias vaginales varíe debido al contacto con los genitales de diferentes personas. Esta situación favorece el sobrecrecimiento de bacterias anaerobias y por tanto, se desencadena la infección. Aquellas mujeres que tienen o han tenido una enfermedad de transmisión sexual también son más susceptibles.

Los cambios hormonales son otra de las causas comunes, especialmente durante la pubertad, el embarazo y la menopausia. Estas condiciones afectan la acidez de la vagina y por tanto, alteran el equilibrio entre bacterias buenas y malas. 

Otros factores que aumentan el riesgo de tener vaginosis bacteriana son:

• El hábito de fumar
• El uso de anticonceptivos como DIUs y píldoras hormonales.
• El uso de juguetes sexuales y lubricantes perfumados durante el coito.
• Usar ropa interior de materiales sintéticos y prendas demasiado ajustadas.
• Tener una menstruación muy abundante o prolongada.

Conocer los posibles desencadenantes es fundamental para prevenir esta condición tan molesta. Aunque por sí misma la vaginosis no es una infección grave, sus síntomas pueden llegar a ser desesperantes para la mujer que la padece.

Preguntas de interés sobre la vaginosis bacteriana

¿La vaginosis bacteriana es una enfermedad de transmisión sexual?

No. Cualquier mujer puede padecer la VB, incluyendo aquellas que no tienen, o nunca han tenido, relaciones sexuales. Esto no quita el hecho de que es más común entre las mujeres sexualmente activas.

Las mujeres que cambian de pareja sexual con mucha frecuencia tienen mayor riesgo de experimentar desequilibrios en su flora vaginal, al igual que las mujeres que tienen relaciones sexuales con otras mujeres.

¿Un hombre puede contagiarse con la vaginosis bacteriana?

No, los hombres no pueden contraer la vaginosis bacteriana. Como su nombre indica, sólo se produce en la vagina de la mujer. Los hombres no tienen ninguna parte en su cuerpo donde las bacterias anaeróbicas y los lactobacilos coexistan de forma balanceada, en un ambiente ácido.

¿Mi pareja necesita tratamiento si yo tengo vaginosis bacteriana?

Si tienes VB y tu pareja es un hombre sano, él no necesita recibir ningún tratamiento porque como dijimos anteriormente, ellos no experimentan la infección. Pero si tu pareja es una mujer, lo mejor es que también reciba tratamiento, especialmente si has estado sufriendo de VB persistente o recurrente.

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